El amigo que se fue, la caída de Luis Videgaray: @ahumadaroberto

“En política es preferible cortar un brazo que cortar una cabeza”

Hace pocos días el presidente de la Republica tomo la decisión, de quitar al titular de la Secretaría de Hacienda y poner a un tecnócrata que por quinta ocasión estará al frente de una dependencia de Gobierno independientemente de los tintes políticos.

Pero no solo hizo el cambio de una persona de su grupo político, hizo el cambio de su amigo, de quien como bien se rumora en los pasillos de palacio nacional era su conciencia, era su persona de confianza, esa persona que a pesar de las dificultades políticas y circunstanciales ahí estuvo.

Luis Videgaray es un personaje gris con muchas cualidades sistemáticas, no es una persona con carisma pero sin duda alguna es de esas personas que aportan, construyen y brindan su conocimiento para los fines políticos que convenga, es decir es un político practico y eficiente, que al principio del mandato de Peña Nieto figuraba como un pieza fundamental que al menos tenía dos posibilidades inmediatas, irse a la candidatura al Estado de México, o ser el delfín del presidente para ser su candidato a la presidencia de la república, Luis Spota hubiera estado fascinado de plasmar esta situación en alguna de sus novelas.

Luis Videgaray fue quien coordino la campaña de Peña Nieto, fue el encargado de la transición, en pocas palabras fue su principal impulsor, su hombre de hierro, pero también la historia data que ese tipo de personas son las más propensas para los sacrificios políticos, que ironías, Videgaray con toda una instrucción Priista de élite, desde muy joven participo en el frente juvenil revolucionario, estudio en el ITAM fue asesor y persona cercana a Pedro Aspe, una de las personas más cercanas e importantes para el expresidente Carlos Salinas de Gortari, hace algunos días tuvo una interesante participación en el nuevo programa de Joaquín Lopez Doriga, el tema que le toco defender fue la controversial visita de Donald Trump, en ese espacio para el dialogo tuvo que enfrentar al experto en debate el joven Ricardo Anaya, al polémico senador Ríos Piter y al preparado y documentado Doctor Hector Aguilar Camín, a Luis Videgaray le toco defender lo indefendible y lo hizo con mesura, todos sus argumentos eran bien estructurados y defendían al presidente, con una lógica muy práctica y con una diplomacia impecable logro contestar todo, propio de una persona con altura política y con una tolerancia de acero.

El día que se presenta el enroque, el amigo y el brazo de derecho del presidente, se mostraba con una sonrisa y con un gesto de tranquilidad, no sé si sea de aplaudir su control anímico o de preocupar su capacidad para ocultar sus verdaderos pensamientos.

Sin embargo el Doctor en Economía por el Instituto de Tecnología de Massachusetts ( MIT, por sus siglas en inglés) tuvo que aceptar la loable acción de ser un sacrificado político por el gran estigma que se generó por la visita de Donald Trump, el presidente no tenía otra opción más que amputar su brazo derecho, que difícil decisión para un presidente que tiene una popularidad totalmente desvirtuada, que se encuentra en un momento sumamente difícil en donde su partido ha sufrido la mayor derrota electoral porcentual de todos los tiempos, situación difícil pero lo preocupante no es el presente sino las futuras circunstancias que tendrá que enfrentar pero ahora sin su gran amigo, no se para quien es más difícil, si para Luis Videgaray reiniciar su carrera política o para Enrique Peña Nieto continuar su carrera política sin su amigo.