El agua / Ruelas
Aguascalientes, Mayo 23 (2023).- El día 5 de febrero de 1984 se publicó en el periódico oficial, órgano del gobierno del Estado de Aguascalientes, por el gobernador Rodolfo Landeros Gallegos la Ley que crea un organismo público descentralizado denominado “Comisión del agua potable y alcantarillado de la ciudad de Aguascalientes”, promovida por el entonces presidente municipal Licenciado Migue Romo Medina, dicho acto de gobierno data de hace 39 años y un dato que debo subrayar contiene, valores, carácter, solidaridad social, responsabilidad jurídica y administrativa, sentido político. Valores no dejan de tener vigencia. El tema del agua es vigente en la toma de decisiones hoy en el Ayuntamiento que ahora preside Leonardo Montañez Castro.
El agua tiene sentido profundo en la vida y obra de genero humano. Para el filósofo presocrático, Tales de Mileto, el agua es “el principio de todas las cosas que existen”. De la composición de dos moléculas de hidrogeno y una oxigeno se explica el origen al universo, el “arjé” griego que significa principio del mundo físico. Empero, el oxígeno que aporta al cuerpo posibilita el pensamiento, signo distintivo del ser humano, podrá empatar entendimiento con algunos animales, superada por el MARAVILLOSO JUICIO. Entonces el pensamiento siempre va acompañado de valores y siembra virtudes. Nietzsche dice que es un punto por el cual se parte para creer en la naturaleza. Para la tragedia griega el agua se integra a nuestras emociones, de la misma manera que abraza evocaciones, proyectos, sobre todo se constituye en eje de las cartografías de las localidades por virtud de sus ríos. Obvio, constituye un tema estético, también, recrea la belleza, la identidad, el arte, la literatura, la poesía, en fin, esencialmente la calidad de vida.
El agua inspira y detona procesos estéticos, su ritmo, su danza, su canto…, acompañan los paisajes y las emociones. Paralelamente tiene un valor agregado a la vida compartida. Es, ahora, un pasivo social que hemos depredado del patrimonio de la naturaleza. Hace corto circuito entre razones de ciencia y fe. En los principios de los años ochenta del siglo XX, el gobierno federal hacía conciencia publicitaria con una idea comunicativa “Dios de el agua, pero no la entuba”, es la semilla de la actitud del sentimiento colectivo de hoy para que el agua siga formando parte del paisaje. Esa enseñanza nos invita a aprender a valorar este recurso natural.
Pareciera que nuestra falta conciencia y solidaridad con este líquido vital nos aniquila el concepto de la escasez, recordemos que la escasez educa, cuando se reflexiona en bien de los seres humanos. La vida se sustenta primigeniamente en oxigeno que adquirimos mediante el agua. No en todo lugar es posible, al menos no lo sabemos, los mantos de este elemento no son equitativos, hay en lugares con abundancia, pero otros con sentida escasez, el agua es vida y por lo tanto supervivencia. Veámoslo con sentido científico, es un recurso natural limitado, debemos tenerle respeto y cuidado. Merece las políticas públicas adecuadas para cada comunidad.
Debemos crear una pedagogía del agua, cuidarla, administrarla, amarla, crear valor y virtud, entenderla y saberla explicar como patrimonio y vida, crear la eficiencia del agua, uso, utilización, consumo, necesidad, dispendio, indiferencia, abuso… Es patrimonio de la humanidad y de la naturaleza. El derroche irracional y la extracción sin límites nos muestran agotamiento y en su espejo se muestra el rostro de un ser humano destructor. Es la hora del agua. La racionalidad nos llama la puerta, nos exige protocolos adecuados e invertir en sus estudios más amplios, crear reglas de uso, establecer límites reales e inconmovibles, el agua es un tema que demanda carácter. Revisemos el agua de nuestra tierra, reflejémonos en sus entrañas, reflexionemos su presente y su futuro, acomodémonos a sus condiciones naturales.
La limpieza del agua es su garantía de vitalidad. De lo contrario cada día su calidad de uso y consumo será de mala calidad y un líquido exterminador por vía de residuos que destruyen al ser humano. Lo hacemos hasta de manera indirecta, herbicidas, pesticidas, ayudados a la tierra que terminan dañándola, así como también los adelantos de urbanismo en las localidades… CUIDAR EL VALOR DE LA CALIDAD DEL AGUA ES LA ASIGNATURA PENDIENTE DE TODAS Y TODOS SIN EXCEPCIÓN.
No podemos declarar el título del suyo posesivo que es nuestra, es de la naturaleza también. Es el alimento humano más necesario que en mayor cantidad necesitamos. Resolvamos con participación ciudadana, ¿es fuente de vida o de lucro?, ¿merece considerarla una mercancía? Estos y otros cuestionamientos no se resuelven con ideologías ni en mercados políticos, se requiere enfrentar los clientes con el ecosistema. Salvaguardar el agua es garantizar el derecho a la vida compartida. Evolucionemos en clave ética. Nadie está exento somos corresponsables. AGUA significa salud, ciudadanía, democracia participativa. La evolución del agua es el pendiente posible.