Ejecutivo de NISSAN llama «naco» y agrede a un parroquiano
CHRISTIAN SAAVEDRA JIMÉNEZ el pasado 03 de marzo del presente año acudió en compañía de su esposa y otra pareja al antro denominado “HOTEL CENTRAL”. Ahí refiere que fue agredido brutalmente por el licenciado en administración financiera JAVIER ARMANDO RAMÍREZ ESTRADA, quien es un “altísimo ejecutivo de NISSAN”, y funge como Director/Controlador de Fabricación y Encargado de Cadena de Suministros y Compras.
LA VÍCTIMA refiere haber sido constantemente molestando por Ramírez EStrada quien en una actitud prepotente en varias ocasiones externó a Saavedra y sus acompañantes ser unos “nacos”. En determinado momento Ramírez Estrada y tres acompañantes iniciaron un conato de bronca con el ofendido sin embargo, la seguridad del antro reaccionó oportunamente, sin que hubieran mayores consecuencias.
APROXIMADAMENTE a las 03:30 horas, Saavedra junto con una pareja más se retiraban de lugar cuando fueron interceptados por el agresor y sus amigos los cuales de las ofensas verbales pasaron a los golpes. Como resultado del ataque, Saavedra resultó con el tabique nasal fracturado y una luxación acromio-clavicular y desgarro del ligamento supraespinoso (fractura del mango rotador).
LA VÍCTIMA desconocía a los agresores, sin embargo sus acompañantes lograron anotar la matrícula de la camioneta en la que huyeron los agresores, siendo ésta de marca INFINITI. Al investigar la matrícula del vehículo se conoció que pertenece a NISSAN MEXICANA, S.A. DE C.V.
EL DÍA SIETE DE MARZO se interpuso la denuncia correspondiente, a la cual se le asignó el número de carpeta 3942/03-2017. En sendas ocasiones el Agente del Ministerio Público envió oficios a NISSAN, a efecto que manifestara a que ejecutivo se tenía asignado ese vehículo, sin que se hubiera obtenido respuesta alguna en las dos primeras ocasiones.
ANTE LA PRESIÓN DEL ABOGADO del lesionado, el apoderado legal de la empresa, Gustavo Enrique Martínez Estébanez, por conducto de sus colaboradores, dio contestación al oficio del MP señalado que se trataba del alto ejecutivo de la firma japonesa, y que no querían que el tema legal continuara porque además se trata de un familiar.
DESDE ENTONCES la víctima espera que la Fiscalía General del Estado resuelva el conflicto legal y que el agresor responda sin embargo, tanto el “altísimo ejecutivo” como su abogado, han denostado a la víctima bajo la absurda idea que su capacidad económica les puede permitir esa situación y que la justicia es para quien tiene dinero, de tal suerte que hace un enérgico llamado a la autoridad para que atienda con seriedad el caso y no se interprete como un caso de influyentismo.