Duarte, la llave del 2018
“En la política se tienen amigos de mentiras y enemigos de verdad”: Arturo Montiel.
La captura de Javier Duarte es la noticia del mes, posiblemente es la noticia de los primeros seis meses de este año, en este momento hay dos personas a las que los mexicanos en su generalidad desprecian en gran magnitud, el primero de ellos el polémico Donald Trump, el segundo de ellos Duarte.
El ex gobernador de Veracruz se ha vuelto el tema de todo el país, no solo es repudiado por la ciudadanía en general, sino que sus mismos ex compañeros de partido, serán de los principales jueces y críticos de la gran corrupción que le caracteriza.
Es la primera ocasión en que un gobernador es expulsado de un partido político en México. A Duarte se le responsabiliza de los delitos de delincuencia organizada, lavado de dinero y defraudación fiscal.
La corrupción rara vez es una acto individual, Duarte saqueo la bodega y la caja grande de su estado a mas no poder, sin duda alguna él pudo concebir el poder como un vehículo personal para favorecer el enriquecimiento personal y familiar, muy propio de los políticos ambiciosos que están acostumbrados a gobernar a bolsazos de dinero, tejiendo redes clientelares entre una población acostumbrada a ellas, promoviendo el patronazgo en un país que entiende la política así.
Desde hace meses comenzó la persecución en contra de ex gobernadores, tal parece que la fortaleza que represento en algún momento la corrupción es ahora la gran debilidad de los políticos, en un contexto en donde las redes sociales son más rápidas que el criterio social, en donde un tweet puede ser un arma letal incluso para el presidente de la República, la sociedad ha acrecentado su sentido crítico, la opinión y percepción son elementos fundamentales que tarde o temprano se traducen en lo más sagrado para la praxis política, los votos.
Esto afecta de manera directa al PRI, desde Mario Villanueva, Raúl Salinas de Gortari, Manuel Muñoz Rocha, Granier y Yarrington al hoy preso Duarte, en segunda instancia afecta al sector político, el cual es profundamente débil en cuanto a percepción se refiere. México y la corrupción, su gran debilidad, la corrupción tiene una par de características, una de ellas es que es compartida, el tema de Duarte tiene demasiados intereses, se desconoce el alcance que tenga.
En política las formas son fondos, no es casualidad que en pleno proceso electoral, se encuentre al nuevo símbolo de la corrupción, la memoria electoral para el ciudadano es muy corta, máximo de 90 días, pero esta noticia alcanza perfectamente para ser un factor decisivo en las elecciones, en la geopolítica nacional hay una porción que el PRI no puede perder, el Estado de México, “la joya de la corona”, de manera paralela se vincula Duarte con el fortalecido López Obrador, lo cual podría ser un arma que le deje una herida tan profunda que lo aleje de sus aspiraciones a la presidencia de la república, no es algo ajeno para él, ya le paso en el 2004, para ser específico el 3 de marzo, sin embargo las posibilidades son muy extensas, seguramente hay muchos, pero muchos personajes con un miedo palpable por el posible involucramiento que desate Duarte.
“la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados” Groucho Marx.
Duarte es la llave para el 2018, si el daño que cause es tan letal que perjudique al PRI en el Estado de México al grado de perder la elección, entonces el panorama será verdaderamente complicado para este partido político en la posibilidades presidenciales, si los tentáculos de la corrupción alcanzan a dañar a López Obrador, entonces tendrá que ir contra corriente una vez más, es una llave muy peligrosa, el que esté libre de pecado que lance la primera piedra, el daño colateral apenas comienza.