Dios se los pague

Una de las virtudes que sigo abonando es la memoria del corazón. Da satisfacciones. Se clasifica como noble placer. Es la bella orquídea que brota en las tierras del alma. Vence el orgullo. Hace triunfar a la hombría de bien. En el mundo del exceso, profesarla con más exceso, reconforta. La gratitud es una plegaria que va a la luna.

“Con la gratitud del peregrino, no olvidar nunca la fuente que apagó su sed, la palmera que brindó frescor y sombra, y el dulce oasis donde vio abrirse un horizonte a su esperanza”, diría el dorado pensamiento de Ricardo Palma Soriano, el renombrado escritor peruano.

Mañana, por primera vez en mi dulce vida, me uniré a la fiesta de los norteamericanos para celebrar el tradicional Thanksgiving Day, el Día de Acción de Gracias, pero sin el pavo horneado ni todo lo que le acompaña, como el gravy, la colorida verdura, la jalea de arándanos rojos, el pan de maíz y salvia, y el pastel de calabaza, muy popular entre la raza de oro.

Ni modo, como soy un reflejo de la anoréxica economía de las familias mexicanas, en la mesa de mi colectivo, el animalito de noble colesterol será sustituido por el atractivo paquete que incluye un pollito, una bolsa de regular tamaño de papas fritas, seis bolillos y un refresco de dos litros. El chile serrano y el refresco le harán segunda a la pierna y el alerón. De postre, gelatina Pronto.

El viraje costumbrista lo amerita en esta especial ocasión, sin que ello implique el extravío de mi origen, esencia y consecuencia azteca. El domingo 19 del revolucionario mes, en el lugar de honor de este jornalero diario se informó que “Se lograron 900 millones de pesos extra para el Presupuesto de Aguascalientes”. En el cuerpo de la nota se destaca que gracias al trabajo coordinado entre el Gobierno del Estado y los diputados federales que representan a Aguascalientes en el Congreso de la Unión: María Teresa Jiménez Esquivel, José Ángel González Serna, Raudel López López, Pilar Moreno Montoya y Rubén Camarillo Ortega, se obtuvo ese recurso que ayudará enormemente a disminuir las apremiantes necesidades de la comunidad.

A partir de este momento, entrego mi admiración y respeto a los mencionados Padres de la Patria Chica, dignos ocupantes del monumental altar de mármol que habré de colocar en el jardín de la casa, porque haber tramitado para cada habitante de Aguascalientes 750 pesotes adicionales para el 2015, es todo un milagro que deberá conocer el Papa Francisco para canonizarlos.

Ahora toca a cada uno de ustedes cuidar de la mejor manera posible los 62.50 pesos que recibirán mensualmente en obras; por los 2.08 pesos entregados diariamente, Vale al Paraíso decirles a todos los que participaron en esta noble gestión: ¡Dios se los pague!, porque con esa cantidad usted podrá comprar media concha de pan .

Porque alguien tiene que escribirlo: La mayoría de los consejeros políticos estatales del PRI acaban de elegir a Lourdes Dávila Castañeda, como secretaria general para el Comité Directivo de Aguascalientes. Es una priista recién salida del horno de microondas. Fue jefa de prensa de la Sedesol estatal con el panista Arturo González Estrada, durante una parte del sexenio de Luis Armando Reynoso Femat.

De ahí pasó a la comunicación social del malogrado candidato blanquiazul a la Presidencia Municipal de Aguascalientes, Arturo González Estrada, quien perdió ante Gabriel Arellano Espinosa. Aquella noche del primer domingo de agosto de 2007, la señora Dávila Castañeda estaba destrozada por la debacle del PAN. Las lágrimas cubrían su rostro. Lloraba desconsolada. Recuerdan los cientos de correligionarios que veían apenada a esta Magdalena del siglo XXI.

Aún se recuerda el periodismo partidista que ejerció en el proceso electoral donde el PRI recuperó la alcaldía de la capital y la mayoría en el Congreso del Estado, al utilizar el micrófono radial -como si fuera metralleta- para combatir a los tricolores Gabriel Arellano y Goyito Zamarripa Delgado (Jesús María), sus ahora “queridos compañeros de partido”.

Con la derrota a cuestas, Dávila Castañeda se acerca a David Ángeles Castañeda, líder de los diputados en la LIX Legislatura, para que la nombrara Coordinadora de Comunicación del Congreso del Estado de Aguascalientes, pero Carolina Rincón Silva, jefa de prensa del gobierno de LARF, se opone, veta terminantemente la propuesta del legislador panista.

El ejemplo de Dávila Castañeda confirma mi pueblerina tesis: sin nómina no hay militancia en el mundo de la conveniencia, que en nada se parece al globo terráqueo de la convicción. Con un PAN en la pobreza laboral, doña Lourdes decide abandonar el ferry panista y brinca al crucero tricolor para jugarla en el 2010, sin descuidar la barcaza azul, en algo así como un ojo al gato y otro al garabato.

Pintarle el cuerno al PAN, serle infiel, le resulta: con el PRI en el gobierno ha fungido como jefa de prensa del Congreso del Estado, locutora de la televisión pública, vocera del PRI en la reciente campaña perdedora de Pacho Chávez, candidata derrotada a una diputación local, legisladora por la vía plurinominal y secretaria general del PRI Aguascalientes.

¿En 2016 Lourdes Dávila Castañeda regresará al PAN de los Martín (Toño y Orozco) si se le acaba el gas al PRI?, es probable. Que la reciban es otro asunto, porque es colibrí de mal agüero: tanto en el PAN como en el PRI, es constructora, sólo, de memorables derrotas.

Por: Mario Granados Roldan/ Vale al Paraíso

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