Detenidos, 5 mil jóvenes por ilícitos graves en 2013

Ciudad de México, Septiembre 23 (2014).- Al menos 5 mil jóvenes de entre 13 y 18 años fueron detenidos el año pasado por delitos graves, según un estudio financiado por la Secretaría de Gobernación. En ese periodo 12 mil jóvenes enfrentaron la justicia mediante procesos penales o reclusión. De este universo, 5 mil cometieron delitos graves y 7 mil incurrieron en ilícitos del fuero común.

El subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, presentó los resultados del estudio “Adolescentes en conflicto con la ley”, realizado por Elena Azaola, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.

Campa y Azaola coincidieron en que el resultado no es una muestra representativa del país, pues se realizó solo en Coahuila, Hidalgo, Sinaloa y Morelos. Sin embargo, aseguraron que sí refleja la situación actual de los menores infractores.

De los menores que cometieron delitos graves, 44 por ciento admitió el consumo de alcohol y 57 por ciento de drogas. En México hay 10 millones de adolescentes de entre 14 y 18 años, según el Inegi.

Según el estudio, 52 por ciento de los jóvenes cursó algún grado de estudios o completó la secundaria; 21 por ciento admitió que no pudo continuar en la escuela por problemas económicos.

Casi la mitad (47 por ciento) abandonó su hogar en distintos periodos, casi siempre por la separación o violencia entre sus padres. En tanto, 41 por ciento sufrió de manera constante maltrato infantil y 43 por ciento señaló que algún o algunos familiares han estado en prisión.

Sobre la situación económica, 61 por ciento dijo que en su familia ésta siempre fue regular o mala, mientras 94 por ciento desempeñó algún tipo de trabajo (26 por ciento comenzó a laborar antes de los 12 años y 41 por ciento entre los 13 y 14 años).

Del total de entrevistados, 68 por ciento de jóvenes aceptó que le gustaría salir de prisión para apoyar a su familia o tener una propia, pero 28 por ciento dijo no tener sueños o aspiraciones, también aseguró no confiar en nadie o no saber ni querer pensar sobre su futuro.

“Nunca me imaginé esta (última) respuesta; significa que no tienen sueños ni se permiten soñar”, aseguró la investigadora.

“Son chicos que tienen problemáticas importantes, por tanto, deberían estar sometidos a tratamientos especializados que fueran capaces de dotarlos de herramientas que los saquen adelante”, añadió.

Las conclusiones del estudio revelan que las políticas públicas no han estado enfocadas a prevenir la delincuencia juvenil.

En ese sentido, el subsecretario Campa Cifrián admitió que el Estado no ha proporcionado las condiciones óptimas para que los menores infractores se reinserten en la sociedad.

“El esfuerzo es insuficiente; tenemos que trabajar más en el gobierno federal, en los gobiernos estatales y en la parte que corresponde a los municipios, sobre todo en materia de prevención”, aseguró.

Aseguró que en el presupuesto 2015 los recursos para prevención subirán 3 por ciento.

Información y foto: Milenio