Detecta ONG un centenar de Trabajadores en Cruceros

para chilpaya primeraAguascalientes, Octubre 13 (2013).- Agenda 2020, una Asociación Civil dedicada a la defensa de los Derechos Humanos, realizó una investigación en los 30 principales cruceros de Aguascalientes capital, sobre la actividad que desempeñan limosneros, limpia parabrisas, vendedores, Marías, entre otros.

En total se contabilizó a un centenar de individuos desempeñando una actividad, 40% de ellos realizando alguna vendimia, 30 por ciento pidiendo una moneda, 27% limpiando parabrisas y 3 por ciento pidiendo donativos.

Entrevistados sobre el grado de escolaridad; el 82% de ellos se situó entre las personas con rezago educativo (las que un cuentan con educación básica concluida). El otro 18 % varió con algunos “recién llegados” a ese contexto de empleo, con otros niveles o más bajos o más altos de la educación primaria o secundaria.

La edad promedio de quienes trabajan en la calle es de 26 años, pero hay picos que oscilan entre los 16 hasta los 45 años, acota la ONG.

El trabajo en la calle tiene factores de riesgo indican los activistas, quienes señalan que en el 90 por ciento de los casos, mencionar si son adictos a drogas lícitas o ilícitas. Se sabe que sus condiciones son de pobreza, pero no todos los que trabajan en la calle están en la extrema pobreza, se hace referencia.

El 22% trabaja en presencia de sus hijos pequeños o incluso ellos también trabajan junto con sus padres. Algunos de ellos por su aspecto no dan confianza al conductor y muchos de ellos han tenido que cambiar de crucero por problemas con automovilistas. Son jóvenes en su mayoría con fuerzas y habilidad mental suficientes para recibir capacitación para otros empleos con prestaciones sociales y seguridad personal.

Una vez a la semana, agrega la información, se les visita  para tener “charlas de camellón” en la que entre semáforo rojo y verde, se platica con ellos de diversos temas principalmente sobre prevención de adicciones, nutrición, prevención de la violencia, fortalecimiento de valores, desarrollo social, autoestima, entre otros temas, para buscar una reflexión puntual con ellos.

“El trabajo es un derecho humano fundamental, se encuentra expresado en nuestra constitución en el artículo 123 que lo define y lo regula, pero también se haya expuesto en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes Humanos”.

La cuestión es que nadie merece trabajar en la calle. Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), hasta 2010, había un poco más de 600 mil personas laborando en los cruceros de nuestro país. En estas condiciones, sin seguridad social, sin prestaciones y arriesgando la vida en medio del tráfico, muchas veces en condiciones insalubres y con usos y costumbres autodestructivos como las adicciones, es difícil pensar que ese es un trabajo digno o que ese trabajo sacará a mejores condiciones a esas personas.