Desdicha laboral

La felicidad es un medio, para nada es un fin o una meta. Debe vivirse. Está para disfrutarse. Inicia en la riqueza espiritual. Es parte exclusiva del goce, del amor, de la perfección interna, del sentimiento y del alma. Nissan A2 es una realidad. Otras fábricas abren sus puertas. Aguascalientes vive momentos de gloria laboral, dice la propaganda gubernamental. ¿Son felices los recién empleados? Ojalá. Me daría mucho gusto.

El portal de empleo Trabajando.com aplicó una encuesta entre la planta productiva mexicana para medir su dicha en las empresas. Los resultados son preocupantes: el 78 por ciento respondió que no está contento con su rol laboral.

Quizá está deteriorado el respeto y la confianza entre empleado y jefe. Tal vez las relaciones interpersonales padecen anemia. A lo mejor la modesta remuneración genera el cáncer maligno. Probablemente la selección no se ajusta al perfil del puesto o de la empresa. Y la motivación es palabra muerta. Estos y otros factores pudieran influir para que la persona se sienta a disgusto en su trabajo y la factoría no cumpla con sus metas.

Los datos del documento demoscópico mueven a la reflexión: Pero, ¿qué es realmente la satisfacción laboral? ¿Qué importancia tiene? Esto se entiende como el grado de conformidad de la persona respecto a asuntos de trabajo. Según Great Place to Work®, a través de un análisis de más de 25 años, los empleados definen “un excelente lugar para trabajar, aquel donde confían en sus jefes, el grado de orgullo que sienten por la empresa, donde cada uno entrega lo mejor de sí y trabaja en equipo en un ambiente de confianza”.

Pero, ¿qué tan felices se sienten los mexicanos en sus empresas? El portal de empleoTrabajando.com realizó una encuesta a más de 2.000 personas, donde un 78% señaló no sentirse feliz con su trabajo.

¿Cuáles son las razones principales para que las personas se sientan a gusto con su lugar de trabajo?, un 32% dijo que se sentía feliz en su trabajo porque hay un buen clima laboral, un 27% porque es un trabajo que le apasiona, un 14% porque puede aportar nuevas ideas, un 9% porque su jefe es un líder motivador, otro 9% porque su empresa le retribuye los logros y con un 8% porque le entregan posibilidades de ascenso.

Aunque el trabajo es una obligación que debemos desempeñar para solventar nuestras necesidades, lamentablemente, hay quienes se sienten inmensamente infelices, donde ven el trabajo como un martirio, un deber que cumplen sin tener mayores motivaciones. Pero, ¿por qué sucede esto? El 20% dijo que no estaba conforme con su salario, un 20% porque no hay un buen clima laboral, un 20% porque no le entregan posibilidades de ascenso, un 14% porque su empresa no le reconoce sus logros, un 12% porque no es un trabajo que le apasiona, un 11% porque su jefe no es un buen líder y un 3% porque no puede aportar nuevas ideas. 

El desempeño realizado por las personas es fundamental para lograr día a día las metas organizacionales, pues es el capital humano el principal elemento de la empresa. Respecto a esto, un 85% de los encuestados dijo que sentía que su trabajo era fundamental para la empresa.

Al preguntarles si con frecuencia se sentían estresados, un 61% dijo que sí, mientras que un 25% señaló lo contrario.

¿Usted es feliz en su trabajo?

Porque alguien tiene que escribirlo: Invadidos por el espíritu del Buen Fin, supongo, los portadores de afamado apellido se han encargado de promocionarme en el ancho mundo laboral:

Uno, Fernando Lozano, ex jefe de prensa del PRI Aguascalientes, reportero de las fuentes del PRI, gobierno y Congreso del Estado, columnista, editorialista radiofónico, analista televisivo, soldado del oficialismo y un largo etcétera; le saludé recientemente. Está hecho el figurín de siempre. Bien vestido. Con trapos de buen gusto. Mantiene el placer por las verduras, particularmente por el espinoso y jugoso vegetal (vulgo chayote) sembrado en los huertos públicos. Se nota en la esbelta figura del amigo que me hace parte de la nómina congresional, equivocadamente.

Otro, Matías Lozano, columnista, me postula otra vez para la jefatura de prensa del Congreso del Estado (?), haciendo caso omiso del correo electrónico que le envié el 21 de julio de este año, para informarle nuevamente de mi declinación a tan honrosa distinción periodística, como dio cuenta en su espacio, días antes.

A los muchachos Lozano, Feloga y Matías de todos los Ángeles, hermanos (supongo), les agradezco sus generosas intenciones y aprecio sus inmerecidos elogios, que recibo con humildad y atesoro en mi corazón.

Y el burócrata Mario Luis Ramos Rocha hace campaña desde la Internet en el mismo sentido, por enésima ocasión. Va también mi gratitud para El Pequeño Gigante, colaborador estrella y más querido de Carlos Penna, en prensa de gobierno estatal.

No está por demás recordar que en la jornalera Purísima… Grilla, del 19 de julio de este año, se escribió: “Nos llamó la atención que el colaborador de esta casa editorial (Mario Granados Roldán) enviara el agradecimiento desde una cuenta de correo que no es la que usualmente emplea para remitirnos sus Vale al paraíso, por eso la felicitación por el nuevo cargo (en el Congreso del Estado) se la remitimos a Mario Luis Ramos Rocha, el encargado de prensa y propaganda priísta, porque entendemos que es quien emplea estas estrategias con quién sabe qué fin”.

Ahora utiliza la dirección marrigra@gmail.com para mandar correos que no son de mi autoría; en esas marranadas se van los impuestos pagados por los contribuyentes aguascalentenses.

Por: Mario Granados

marigra@terra.com.mx