Cruz Azul, ni subcampeón siquiera
Noviembre 30 (2013).- Cruz Azul volvió a vivir un infierno. La Máquina celeste no sólo quedó eliminada de la Liguilla del Apertura 2013 a manos de Toluca sino que también cumplirá 16 años sin un título de Liga. La anhelada remontada con la que soñaron jugadores y cuerpo técnico celeste nunca llegó ante unos Diablos Rojos que consintieron a los celestes durante gran parte del juego, hasta que Pablo Velázquez desapareció la ilusión y Alfredo Talavera falló un penalti en el último minuto.
Aunque los cementeros tomaron ventaja en el partido, un gol del paraguayo cerró el 4-1 global en la serie de Cuartos de Final de la Liguilla. La Máquina había logrado ponerse adelante en el marcador gracias a un “regaló” de Antonio Ríos, quien al 30’ cometió penalti sobre Gerardo Torrado tras una jugada individual del veterano celeste.
Christian Giménez se perfiló y lo anotó con un disparo al costado izquierdo no sin antes intercambiar palabras con Talavera, quien le decía dónde cobrar. Cuando anotó, el delantero celeste le devolvió el gesto con una frase al momento de pasar a su lado. Fue lo mejor de Cruz Azul porque la defensa de Toluca, aunque le costaba trabajo contenía los embates desde tres cuartos de cancha.
De la banca escarlata venía la intensidad, una vez más, con José Saturnino Cardozo jalando su saco, gritando y pidiendo las marcaciones a favor de Toluca mientras Memo Vázquez deambulaba en su área y consultaba con su auxiliar José Luis Salgado.
Memo prefirió utilizar a “Chaco” Giménez como delantero junto con Joao Rojas y mandar a Sergio Nápoles y Mauro Formica como volantes. Esta táctica daba resultados para encontrar espacio en las bandas pero sin artillero las jugadas no prosperaban.
En la táctica rival, Cardozo optó por jugar con línea de cuatro defensas y sólo en el segundo tiempo Ríos fungía como quinto defensa.
A los 74 minutos, Mariano Pavone, quien reavivó una leve ilusión cuando intentó un cabezazo elevado al poste contrario del portero que parecía se incrustaría y pondría al equipo celeste al borde del milagro.
Pero todo se desvaneció cuando el esférico botó a centímetros del poste, se terminó la jugada y el torneo para Cruz Azul.
Al 82’ Isaac Brizuela desbordó por la banda derecha y mandó un centro al que Pablo Velázquez le metió el zapato en la línea para conseguir el 1-1 definitivo ante 10 mil espectadores aunque todavía una manta que versaba: Rómpanse la madre Cruz Azul es grande.
Información y foto: Mediotiempo