Corrupción, el pan de todos los días

El tema es tan viejo como antiguo el mundo. Vigencia y recurrencia son síntomas inequívocos de que la pureza de principios y valores morales se derrumba por el terremoto de las prácticas ligadas a robarse el dinero ajeno, para entrelazar riquezas nauseabundas desde las elegantes salas del sector privado y las obscuras oficinas gubernamentales.

La arrabalera corrupción del ayer, cedió su paso a las cínicas maneras de hoy, para delinquir con novedosas ideas y sistemas más sutiles, aunque igual de antisociales. En las cañerías de las complicidades se forjan las ganancias mal habidas de los fariseos de nuevo cuño.

De acuerdo al Índice de Percepción de la Corrupción 2013 de Transparencia Internacional, México obtuvo 34 puntos, en una escala de 0 (mayor corrupción) a 100 (menor corrupción), ubicándose en la posición 106 de 177 países, contra 105 del año pasado, y se localiza en la última posición de la tabla, por debajo de países como Italia y Grecia, entre los países integrantes la OCDE.

Los deshonrosos lugares no son obra de la casualidad, sino producto de un simulado acceso a la información pública, de órganos de fiscalización y control gangrenados por la opacidad, de oficinas de transparencias al servicio del poder, de un descafeinado régimen de responsabilidades para servidores públicos y de mecanismos de rendición de cuentas deficientes, insuficientes y poco efectivos, para controlar exitosamente la corrupción de los sectores público, privado y social.

Es innecesario traer la maceta para demostrar con una flor, que Alí Babá y los cuarenta ladrones pasó de ser del afamado cuento a la historia de carne y hueso -publicada hace tiempo por La Jornada Aguascalientes– escrita por el periodismo de investigación, para exhibir las negras paredes del Órgano Superior de Fiscalización (OSF), presidido por Arturo Solano López.

A la jornalera historia, El Heraldo de Aguascalientes sumó otro capítulo el martes 5 de este navideño mes, al considerar que el OSF censura y observa a otros entes públicos, pero nadie lo audita, porque la Unidad de Evaluación y Control, contemplada en la Ley de Fiscalización, es la obligada para hacerlo pero no ha operado, para regocijo de la corrupción.

“Escalpelo”, la columna de EHA, da cuenta de más pillerías: el OSF ha contratado servicios que nunca le fueron suministrados, como es el caso de las empresas denominadas “Materiales e Insumos de Construcción S.A. de C.V. y Soluciones en Comercialización S.A. de C.V.”; éstas dos empresas con servicios tan variados como impermeabilización y suministro de papelería, tienen el mismo domicilio fiscal (Calle Primera Constitución No. 827 Col. Morelos I  C.P. 20298)….las facturas que resultaron apócrifas, fueron la No. 1522, de fecha 1 de marzo del 2013, con R.F.C. MEI-091124-U8A, por 60 mil pesos, y en concepto, colocación de contactos eléctricos; la factura No. 1920, de fecha 5 de agosto del 2013, con R.F.C. MEI-091124-U8A, por 127,238 pesos, para impermeabilización del techo, y a decir de los propios empleados, en su momento se tomaron fotografías de personas vestidas de overol haciendo la actividad, pero nunca se impermeabilizó, y adicionalmente cuestionan el que se hagan esas supuestas inversiones cuando se trata de un inmueble rentado; factura No. 1145, de fecha 18 de enero del 2013, con R.F.C. SCO-091124-FE2, por 92,800 pesos, para suministros de papelería, (papel bond), que nunca llegó a las oficinas; factura No. 1050, del 30 de abril del 2013, por 69,600 pesos, por servicio de copiadoras, cuando el OSF no tiene copiadoras arrendadas…copias de estas facturas ya se encuentran en manos de la Comisión de Vigilancia del Congreso…

¿Dónde estaban los diputados a la LXI Legislatura del Congreso del Estado de Aguascalientes? ¿Qué hacían los integrantes de la Comisión de Vigilancia presidida por el diputado Arturo Robles Aguilar? ¿Los integrantes del Comité de Administración, presidido por el diputado Kendor Macías Martínez, fueron cómplices de estas fechorías? ¿Quiénes participaron en los negocios y las ganancias? ¿Cuántos hallazgos encontrarán debajo de las alfombras los recién estrenados diputados a la LXII Legislatura? ¿La impunidad continuará gozando de cabal salud?

El señalamiento periodístico es grave. Robles Aguilar, Macías Martínez y demás los integrantes de la pasada legislatura, Arturo Solano López y otros directivos del OSF, están obligados a responder por estas irregularidades, deslindar actuaciones y asumir responsabilidades.

Porque alguien tiene que escribirlo: De entre la hoguera, el gobernador Lozano de la Torre sale a defender a su colaborador. El líder del GPPRI-PVEM relee El arte de la Guerra de Sun Tzu y le ordena a su escudero de mayor experiencia, el legislador Luis Fernando Muñoz López, sofocar la ruidosa pirotecnia azul parlamentaria: respeto a “la división de poderes contemplada en la Constitución” y a “la certidumbre legal, pilar fundamental del Derecho -técnica de aproximación, nunca de precisión-, para llegar a la justicia”, solicita el presidente de la Comisión de Justicia a sus pares del PAN.

Los diputados priistas, ecologistas, aliancistas, Movimiento Ciudadano y del Trabajo se suben al carro cisterna. El legislador Jorge Varona Rodríguez, presidente de la Comisión de Gobierno, declara que “el Congreso del Estado no es la Santa Inquisición”. La opinión publicada presiona seriamente. Y el procurador Felipe Muñoz Vázquez ni suda ni se acongoja. Se resguarda en su oficina. Hace del silencio el mejor sonido. Está a la espera de las fiestas navideñas que ablandan rudos sentimientos. Bien reflexiona: la quema en leña verde se ve mejor desde lejos, al fin, que para eso están los bomberos.

Por: Mario Granados

marigra@terra.com.mx