Comentarios de un Ciudadano: En materia legislativa, calidad, no cantidad
Estamos en el comienzo de la LXIII legislatura en la cámara de diputado y ésta inició sus trabajos en la sesión de instalación, el primero de septiembre en sesión de instalación del Congreso de la Unión; la siguiente sesión se desarrolló el 3 de septiembre y entre ese lapso y el 15 de octubre, de acuerdo a la información que proporciona el INFOPAL -Sistema de Información Para la Estadística Parlamentaria-, los 499 diputados instalados, de todos los partidos ahí representados, han presentado 245 iniciativas en 15 sesiones ordinarias y 42 días de calendario corrido. A esto habrá que agregar que de la pasada legislatura quedaron activas 188 iniciativas, que habrá que agregar a las presentadas.
Durante la LXII legislatura se acumularon 3,494 iniciativas, las cuales fueron enviadas tanto por los miembros de ésa cámara como por el ejecutivo federal y congresos estatales; y de todas ellas, sólo aprobó el pleno 488 y 254 fueron retiradas por los autores, y 2,534 fueron desechadas, lo cual no sabemos a qué temas se referían, o si eran reformas a leyes o a la constitución, y en que se beneficiaba a la sociedad si hubieran sido aprobadas, o bien en que nos perjudicamos a causa de su rechazo.
En virtud del ritmo de trabajo de las comisiones, las cuales deberán de analizar y modificar, aprobar, o en su caso rechazar estas iniciativas activas, creo que difícilmente saldrán adelante, pues se irán acumulando conforme pasen los días y será imposible su desahogo. Por otro lado la mesa directiva es la aduana para seleccionar cuales son las que se presentarán a comisiones y luego al pleno para su discusión, aprobación o rechazo.
Aquí lo interesante es saber cuántos de los legisladores consultaron a sus representados sobre cuáles iniciativas eran las más urgentes o necesarias, para mejorar su entorno legal y de defensa de sus derechos, o bien, a que organizaciones de la sociedad civil, empresariales o políticas, consultaron para proceder a la presentación de sus iniciativas, y cuales fueron propuestas por la «línea» de su partido; o bien como resultado de los contactos con los cabilderos, como acaba de suceder con la ley de ingresos, en la cual modificaron el impuestos a las bebidas azucaradas el cual de un peso por litro lo bajaron a cincuenta centavos, o sea se redujo un 50%, cuando la anterior legislatura nos dijo que lo hacían como un combate a la obesidad y que los fondos recaudados serían para programas en contra de ese problema y atención a sus consecuencias.
Tampoco nos dicen si tienen información, o la han pedido, para conocer los impuestos recaudados por este concepto, en que se utilizaron y sus resultados. O sea que están más ocupados en presentar iniciativas para su informe, aunque sean rechazadas; pero lo hacen para subir a la tribuna y tener la foto, para cuando necesiten ir a otro puesto promoverse. Otro asunto que quedó pendiente fue dejar el IVA en la frontera en 16 %, en lugar del anterior 11% , a pesar de la situación por la que están pasando los empresarios de esos sectores con la competencia de los Estados Unidos y de Guatemala, que tienen impuestos mucho más bajos que los nuestros.
Otra asignatura pendiente en la ley de ingresos fue que no se modifica la deducción de los gastos de los trabajadores de manera automática, y deberán tener asesores fiscales para revisar como poder deducir el tope que marca la ley, y el de los pequeños comerciantes, que con el sistema en que fueron encuadrados les hace imposible sobre vivir. En fin, parece ser que el trabajo de los legisladores obedece al poder ejecutivo y a sus partidos y no a quienes los eligieron.
Otro asunto, ahora en el senado, que nos hace ver sus prioridades: la medalla Belisario Domínguez, una presea instituida por esa cámara, debió haber sido entregada máximo el 7 de octubre, según el decreto que la crea, y es hora que no se ponen de acuerdo a qué partido le toca esta vez proponer al galardonado, pues desafortunadamente se ha convertido en una presea partidista y no a los méritos de los ciudadanos, sean del partido que sean. En esta misma cámara está pendiente, desde el 20 de abril que venció la gestión del magistrado Alejandro Luna Ramos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el elegir quien lo va a sustituir. Pero no solo eso, pues están por quedar dos vacantes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y hay pendientes aproximadamente 50 nombramientos de magistrados electorales y agrarios, consejeros independientes de PEMEX, y de integrantes de organismos autónomos, los cuales están corriendo la misma suerte de la medalla, pues se buscan «acuerdos» de cuotas de partidos, y por supuesto de los partidos que tienen más representación.
La pregunta que se hacen los ciudadanos: ¿Y la calidad del trabajo? ¿Y los intereses de la sociedad? Pues esperando turno.
A los legisladores se les olvida que el político no debe ser sino el intérprete eficaz de las aspiraciones colectivas, a las que es preciso darles cauces adecuados y realizarlas.
Por: Felipe González González