Circo, maroma y teatro / Güero

No hace mucho tiempo leí una frase que me puso a reflexionar; la pronunció hace unos 75 años el ex primer ministro de Francia, Charles de Gaulle, y aseguraba lo siguiente en su máxima: “El gobierno es demasiado grande e importante como para dejarlo a los políticos”. Y es que el ciudadano de a pie, aquel que no se encuentra inmerso en labores públicas, se involucra tanto en su cotidianidad que no se ocupa por saber, a ciencia cierta, qué tal lo hacen los funcionarios que lo representan, en todas sus instancias: local, estatal y federal.

Es gracias al voto popular que los políticos llegan al poder, no hay razón para dejarlos solitos en vez de ejercer un minucioso cuidado de su desempeño durante sus labores. Sin embargo en México pareciera que eso no ocurre, al menos no con el rigor requerido, el de la exigencia de otras naciones.

Y aunque en términos generales el oficio del político no es precisamente el más prestigiado, el qué hacer público es necesario. Así lo dejaron saber los precursores en la materia hace poco más de dos mil años en Grecia y Roma. Alguien tiene que administrar los bienes y servicios públicos, proponer mejoras en sus comunidades y tratar de aspirar al utópico “bien común”, esa etapa en la que todos los ciudadanos son tratados por igual ante la ley, en la que el bienestar es compartido y no un privilegio de unos cuantos.

Desde hace unos años vengo poniendo especial atención a lo que llamo “Circo, maroma y teatro”, esa puesta mediática en escena de la que han echado mano algunos partidos políticos para llegar o mantenerse en el poder, incluso por conservar su registro como minoritarios. Se han valido de actores, cantantes, deportistas y demás personajes del mundo de la farándula para dichos fines. Utilizan caras conocidas, personajes cercanos a los televidentes para lanzar el anzuelo a sus votantes, para verse favorecidos en las urnas. Así es como Sergio Mayer, Carmen Salinas, Cuauhtémoc Blanco y Silvia Pinal han fungido como representantes populares.

La estratagema no es exclusiva de una fracción, aglutina tendencias e ideologías tanto de izquierda como de derecha. MORENA, PRI y Encuentro Social la han utilizado, solo por dar algunos ejemplos.

Para las elecciones intermedias de 2021, las también conocidas como “las más grandes de la historia”, se multiplican las celebridades que pretenden aparecer en las boletas para mediados de año. En esta ocasión se suman modelos, clavadistas, boxeadores, luchadores, ciclistas y hasta socialités.

Las fracciones políticas que pretenden llegar a puestos populares a través de celebridades va en orden descendente de la siguiente forma: RSP (Redes Sociales Progresistas), PAN (Partido Acción Nacional), PRI (Partido Revolucionario Institucional), MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional), PES (Partido Encuentro Social), MC

(Movimiento Ciudadano), PVEM (Partido Verde Ecologista de México), y uno local independiente, QI (Querétaro Independiente).

La lista es larga y nutrida. Y aunque ahora hablamos de precandidatos, se deja ver que el adagio popular “Zapatero a tus zapatos” no es válido en la política mexicana del siglo XXI. Las estrellas deciden pasar de la televisión y los escenarios a las cámaras de diputados y palacios de gobierno. A continuación el detalle:

Celebridades a presentarse en las Elecciones 2021

Desde esta trinchera hago un llamado al análisis serio e informado, a la reflexión profunda, al estudio de las propuestas de cada contendiente, a dejar de lado la tendencia mediática y el rostro conocido, a ser neutral y no verse condicionado al momento de votar. Están en juego muchas posiciones públicas en nuestro país, la nación que nos vio nacer, la patria que nos legaron nuestros ancestros con lucha, trabajo y rigor. Por favor, hagamos cada uno el deber ciudadano de no elegir “al menos peor” sino al que verdaderamente nos representa y convence para desempeñarse en sus labores públicas. Eso sí, sin olvidar que dicha tarea ciudadana no finaliza con el sufragio, sino que continúa de forma permanente con la gestión de los funcionarios electos.

La opinión de César Omar Ramírez de León: Empresario, maestro en psicoterapia gestalt adultos y capacitador en gestión efectiva de recursos humanos.