Chivas Tv y Cinépolis Klic, defraudan / Vale al Paraíso

Alrededor de la amplia mesa cuadrada estábamos sentados cinco matrimonios que evidenciábamos la polarización futbolística, en la fría tarde del sábado 26 de noviembre, día consagrado al festejo de un nuevo integrante del Instituto Nacional de la Senectud; el compacto grupo se distinguía por los fieles seguidores de la UNAM, Cruz Azul, América y Guadalajara.

En la charla de política. Temas domésticos. Escepticismo ciudadano frente al poder público. La muy interesante aportación del afamado consultor. El influyente fenómeno “antisistémico”, reflejado en los recientes votaciones de relevancia internacional celebradas en Reino Unido, Colombia, Estados Unidos, y hace dos días, en Italia. Las locuras de Trump. Y en los infaltables asuntos sin importancia para el país, no podía faltar el análisis parroquial del partido que jugarían Guadalajara y América, por el boleto de la semifinal del torneo de liga, y la recomendación del fedatario para contratar el servicio de Cinépolis Klic, por 350 pesos.

Al día siguiente, a temprana hora, después de haber firmado el acuerdo con la empresa de los señores Ramírez, sacamos de la alacena las palomitas y los premios de las mascotas, guardamos los refrescos «light» en el refrigerador e invitamos a la manada liderada por el siempre leal Gobernador, nuestro perro pug, con la advertencia de que guardaría silencio durante el partido, salvo en los momentos de festejar el gol chiva que nunca llegó para ser coreado con los sonoros ladridos de los amaestrados perros.

Poco antes de las seis de la tarde, la familia unida que nunca será vencida, estaba frente la pantalla. El partido comenzó. El fraude de Chivas Tv y Cinépolis Klic, también. El letrero de la empresa se mantuvo inmóvil: “Nuestro equipo técnico ya está trabajando en la plataforma para restablecerla. Esperamos regresar a la normalidad en los próximos minutos”, anunciaba en Twitter, a las 17:52 horas.

La narradora de lujo, mi mujer, enteraba al mini auditorio de las primeras reacciones en las redes sociales. Algunos, los menos, se distinguían por las buenas maneras y solicitaban “la devolución de su dinero”. Otros, los más, mostraban el “encabronamiento”, lanzaban violentas mentadas de madre y calificaban el servicio como “una verdadera basura”, muy parecida a la política.

A las 18:02, «Récord», en su versión digital, informaba de la desgracia televisiva en el día del “Clásico Nacional”. Dos minutos más tarde, La «Afición» daba cuenta del suceso y recordaba las primeras y fallidas transmisiones por Internet de los juegos como local del rebaño.

Fue casi al minuto cuarenta del primer tiempo, cuando aparecieron los monitos corriendo, el vituperado hombre de negro con silbato, las banderitas ondeando en todo lo alto, el colorido balón, la impecable cancha, el rebosante estadio y el preocupado rostro de Jorge Vergara.

Eso sí, seguramente porque estaban muy cansados, los jugadores se detenían, se quedaban “congelados” en la deformada imagen; es probable que estuvieran jugando, de manera alterna, a las recordadas Estatuas de Sal, para hacer más atractivo el futbolístico momento, al fin, del multimillonario Vergara se podía esperar eso y un poquito más.

Antes de que la jauría de carne y hueso se hiciera presente en la Profeco del México real, Cinépolis Klic dio un paso adelante. A las 11:40 PM (GMT-06:00) del mismo domingo 27, recibí un correo donde se decían “muy apenados”, se “disculpaban” por las “dificultades” que experimenté “al tratar de ver el partido Chivas vs América”, anunciaban el “reembolso total de su compra” y ofrecían “tres rentas completamente gratis”, de 50 pesos cada una, para ver las películas de estreno que yo quisiera, pero que mi mujer seleccionará sin debate de por medio, obvio.

Además de apuñalar a los aficionados del rebaño, al obligarlos a pagar por la pobre transmisión televisiva, Jorge Vergara, a través de su empresa Chivas de Corazón S.A. de C.V., generadora de la señal de TV por Internet, les hizo firmar a sus clientes un contrato de prestación de servicios que la Profeco calificó como abusivo e inequitativo; pero también, modificó el clausulado del documento sin notificar a sus suscriptores, por lo cual, fue multada con 5 millones 680 mil pesos.

No está por demás recordar que el sábado 23 de julio señalé que el precio para los suscriptores es de 2 mil 750, incluye 17 partidos de liga de Apertura 2016 y Clausura 2017, todos los de Copa y de Liguilla, mientras en la NBA League Pass podrá ver los mil 230 partidos de la temporada regular, más los Playoffs y el Juego de Estrellas, con transmisiones también en español, por “2 mil 799 pesos, un promedio de 2.27 pesos por juego. El precio por partido de las Chivas, contratando el paquete más completo, es en promedio de 161 pesos” (Reforma, 29/07/2016).

En cuanto al más reciente bodrio técnico vivido en el partido de los perros con cuernos y las huilotas prehispánicas, la Profeco fijó postura: "Ante las fallas registradas en la transmisión de este partido y las denuncias reportadas a la Procuraduría por usuarios afectados se harán requerimientos de información y se iniciarán nuevos Procedimientos por Infracciones a la Ley contra Chivas TV y Cinépolis Klic".

La culpa de consentir la prepotencia y el deficiente trabajo de la razón social que lanzó el novedoso Chivas TV, es de los esquilmados fanáticos del Guadalajara, al hacer compadre a Jorge Vergara.

Para Cinépolis, la alianza con Chivas TV es muy amarga, y también muy costosa. Concentrase en lo suyo, en lo que hace bien y es rentable, debe ser un sensato propósito de 2017, mientras no tenga garantizado el soporte técnico por alguna exitosa empresa tecnológica de alta calidad, aunque el periodista deportivo Rafael Ocampo dejó en claro que “las redes de datos que dispone el país no son lo suficientemente poderosas como para quedar bien cuando se trata de descargar eventos que se trasmiten en vivo y de tan larga duración” (Milenio, 30/11/2016).

Porque alguien debe de escribirlo: En el acto de toma de protesta del gobernador Martín Orozco Sandoval, el exgobernador Felipe González González, quien mutó a Movimiento Ciudadano para apoyar a su hijo Felipe, fue sentado en segunda fila, como si estuviera castigado; al exgobernador que “no es león ni está rubio” (Página 24, dixit), Juan José León Rubio, le asignaron el papel de dama de compañía de González; el exgobenador Luis Armando Reynoso Femat fue encerrado en el ropero de la abuela, para no contradecir los buenos propósitos electorales de honradez y transparencia; y el exgobernador Carlos Lozano de la Torre se fue como la desconsiderada empleada doméstica: sin despedirse. Ni adiós al pueblo que profesó amor eterno, supuestamente.

marigra1954@gmail.com