Carlos de la Madrid Virgen, honra la vida
Para Mely Guedea;
Para Mely, José Antonio, Carlos, de la Madrid Guedea;
Para Misael, primero de nueva generación.
El pasado 2 de abril la Universidad de Colima otorgó Doctorado “Honoris Causa” a Carlos de la Madrid Virgen. Un reconocimiento pleno de verdad, veracidad, dignidad y calor humano de la palabra. El Rector y el homenajeado nos invitaron de manera especial a Lucero y al que escribe a la sesión solemne del Consejo Universitario. Abogado por la Universidad Autónoma de Guadalajara, Carlos es un conjunto de valores y virtudes que lo definen en cada capítulo de su vida. Notario, Educador, Político, Académico, Servidor Público, Ciudadano, Hombre de Familia, Colimense Distinguido, Mexicano Ejemplar, Excelente Amigo… Conocí a Carlos cuando fue Diputado y coordinador de la Legislatura Constitucional del Estado de Colima en 1985.Desde ese tiempo nuestras familias están unidas por el valor de la amistad. En aquellos años me relacioné con un grupo de políticos profesionales, comprometidos, brillantes, Enrique Burgos, Ausencio Chávez, Luis Felipe Sánchez, Everardo Alanís, José Luis, José María Morfín, Paloma Guillen…
Carlos de la Madrid Virgen en su mapa genético tiene las reservas morales de hombre de bien; en su inteligencia el ADN de la ética aplicada. Ambos haberes lo han llevado por los escarpados vericuetos del ejercicio profesional de la abogacía, la academia, la política, del amor, la amistad, del servicio a la causa del otro. Un rasgo destacado: goza de arraigo e identidad con el pueblo colimense de manera sentida y probada. Desde distintas trincheras sigue sirviendo a la comunidad, siempre solidario, invariablemente cordial. Un botón de muestra, como Gobernador diseñó e impulsó la autonomía de la Universidad, que hoy hace honor a su causa. Los laureles fueron un emocionado, nutrido y muy largo aplauso del Consejo Universitario e invitados que puestos de pie desvelaron su sencillez.
Sin duda, la verdadera educación se adquiere vía ejemplo. En ese vértice está la integridad de la persona, reitero, la clara y sólida estructura ética y moral del Doctor Carlos de la Madrid irradia libertad, pasión por el saber, un menester delicado a la pedagogía con la que a muchas generaciones de profesionales ha relacionado con habilidades, competencias, imaginación, creatividad, virtudes, para enfrentar adecuadamente el mundo de la vida. Al dirigirse al Consejo Universitario mencionó a cada uno de los Jefes de Grupo de la Facultad de Derecho, un reconocimiento a su calidad de facilitadores del proceso educativo yconsciencia de la importancia y responsabilidad que tienen al erguirse como sujetos sociales activos. Una prueba plena de su conocimiento de lo humano, y muestra de su humanismo.
Con Carlos de la Madrid, la ética y la política son un matrimonio excelente. Les construyó un triángulo en cuyos vértices ubica: Epistemología, el saber para servir al otro con candidez y humanismo; Estética, manifestación para buscar el diálogo y la concordia; Política, para desarrollar habilidades para encontrar acuerdos. Una geometría de la esperanza con la que dignifica su obra y su vida.Tiene claro que no hay política sin trasfondo ético y al propio tiempo de poco sirve el “éthos” sin vocación política. La didáctica de la “circunstancia” que comparte con Ortega y Gasset la convierte en compromiso en hechos e ideales, reto y desafío, de la ética que siempre tiene pendientes en la agenda social. Gobernar a Colima “fue parte de su circunstancia”, empero se apuró en acortar la distancia entre buenas intenciones, ideales, justicia, necesidades, problemas… a través de la aplicación del Derecho y la tolerancia, como instancia democrática de políticas públicas y andamiaje de un mundo nuevo. El Pueblo se lo reconoce, la Universidad se lo reconoce, la Historia ya se lo reconoce. En medio de un clima nacional amenazante en que la insolencia moral de la política es escenografía cotidiana, Carlos se erige como ciudadano digno y honesto, solidario y prudente, participativo y deliberativo. Conoce el significado y significantede los valores pero los supera en su comportamiento.
Cómo probarlo, Carlos De la Madrid ha hecho su pasión servir a los demás, la alteridad es su riqueza, en base a ello desde las trincheras del hogar,las aulas, del servicio público, de la representación popular,la ciudadanía, ha impulsado una ética cívica a través de conceptos con los que enriquece y proyecta su discurso: libertad, igualdad, solidaridad, respeto, diálogo… argumentos de su ética personal con los que ha podido resolver de manera pacífica los conflictos de la vida. Pero además su empeño lo ha llevado a hacerse cargo del conflicto, pues, dice, el conflicto siempre está latente, vivo. Con estas formas gobernó, ahora demanda gobernanza.No olvida que la ruta es ensayar una sociedad justa donde quepan todos los intereses, todas las personas, todos las comunidades.
¡En hora buena los honores!
Por: Ignacio Ruelas Olvera