Cae la aceptación del Presidente, Enrique Peña Nieto

Abril 04 (2014).- Las mediciones de aprobación presidencial son utilizadas para conocer cómo los ciudadanos evalúan la gestión gubernamental del presidente en turno. Detrás de cada dato de aprobación o desaprobación existen razones o argumentos que dan cuenta de la opinión que tienen los gobernados sobre sus gobernantes, algunas de estas se basarán en datos duros como economía o seguridad, en tanto que otras estarán sustentados en la forma en la que son procesadas algunas decisiones de gobierno (programas, planes de acción, decisiones en asuntos controvertidos, imagen pública etc), por la identificación con los partidos políticos o incluso por cuestiones ideológicas. Este indicador es cada vez más difícil de interpretar o entender, no obstante, es el único que permite hacer comparaciones en el tiempo y con otros países.

Un primer elemento que debemos señalar, es que la aprobación que los mexicanos daban históricamente a los presidentes era alta, las series en el tiempo realizadas por Parametría iniciaron en el gobierno de Vicente Fox Quesada, en el 2002. Antes de este año había muy pocas mediciones de cómo los ciudadanos percibían a los mandatarios y eran aún menos las estadísticas de carácter público, el  hecho de que existan cada vez más datos sobre el tema es parte del proceso de democratización que ha vivido México.

En las pocas mediciones que había, podemos observar que más ciudadanos calificaban como aprobatoria la gestión presidencial, este hecho pudo estar sustentado en distintas variables: ciudadanos poco críticos que percibían la figura presidencial como inatacable, una opinión pública escasamente informada de las acciones o errores de gobierno, pocos organismos y empresas que recogieran estas opiniones y las dieran a conocer y medios de comunicación al servicio del gobierno en turno que no tenían interés en reportar estos datos. El escenario desde entonces ha cambiado.

Si observamos los datos de aprobación de Vicente Fox, corroboramos que estos oscilaron entre 37 % y 66 %, cuando preguntamos a los ciudadanos en diferentes ejercicios las razones de esta aprobación, encontramos que la característica que más mencionaron era la de “ser bien intencionado”, es decir, lejos de los resultados que pudo tener la administración en economía, combate a la corrupción u otras promesas de campaña, los ciudadanos valoraban más las intenciones del político.

En el caso de Felipe Calderón, su aprobación se mantuvo en un rango de 47 % al 76 %, aun cuando los ciudadanos empezaron a ser cada vez críticos sobre la situación de violencia que sufría el país, daban buenas calificaciones a la gestión en general, derivado seguramente de los niveles de estabilidad económica que vivimos (se registró la inflación más baja de la historia y hubo una acumulación histórica de reservas internacionales).

Enrique Peña Nieto, inició su mandato con una aprobación de 55 % y tuvo un repunte a lo largo de 2013, fue en noviembre y diciembre de ese mismo año cuando bajó a 53 %, de acuerdo con la última medición que realizamos este indicador se ubica en 44 %, ¿Cómo podríamos explicar estos datos? ¿Qué ha pasado en estos meses que el nivel de aprobación ha descendido más de diez puntos porcentuales? ¿Es este un caso alarmante de pérdida de confianza en el gobierno?

Si hacemos una comparación de la aprobación presidencial de los últimos tres gobierno federales en México, podemos encontrar que al inicio de la gestión, Enrique Peña Nieto obtuvo 55 % de opiniones a favor, mientras que Felipe Calderón llegó a la presidencia con 47 % de aprobación; al primer año de gestión es Calderón quien obtuvo mejor porcentaje con 59 %, seguido de Peña Nieto quien alcanzó un 58 %, estos dos datos en el caso del gobierno de Vicente Fox no están disponibles, ya que la serie de Parametría inició en 2002, es decir, a dos años de haber tomado posesión del cargo.

Haciendo un promedio de aprobación de todos los meses de gobierno, podemos observar que Peña Nieto tiene un 56 % de aprobación por parte de los ciudadanos, sin embargo, habrá que esperar  a ver cómo se desarrolla lo que resta de su gestión, faltando  más de la mitad del tiempo reglamentario.

La situación económica —personal y del país—es una variable que se usa recurrentemente para explicar los niveles de aprobación del ejecutivo, de acuerdo con las últimas estimaciones de crecimiento económico de Banxico, el pronóstico para México, se redujo de 3.40 % a 3.23 % para 2014 y ha ido a la baja, datos que contrastan con los dados por la Secretaría de Hacienda, quien calculó un crecimiento del 3.9 %.

El año pasado, el crecimiento económico de país fue apenas superior a 1 %, muy por debajo de las expectativas calculadas por el sector financiero, el dato coincide con las opiniones de  los ciudadanos quienes ven un retroceso en la economía, 64 % en el promedio móvil de enero y febrero dijo que durante los últimos 12 meses la economía del país había empeorado, nueve puntos por arriba de lo registrado en noviembre y diciembre de 2013, en el mismo sentido, más ciudadanos (62 %) dijeron que su situación personal había empeorado “algo” o “mucho” en el último año, ocho por ciento por arriba de la medición anterior.

Otro tema importante en la evaluación gubernamental es el de la seguridad, al respecto, observamos una mejoría en enero y febrero de 2014 comparado con lo registrado antes, desde 2008 habíamos tenido niveles de percepción de inseguridad que rebasaban el 60 % de las menciones, agravándose cuando cuestionábamos sobre la seguridad en el estado o el país. Este mes por primera vez observamos un aumento en la percepción de seguridad en todos los niveles (colonia, municipio, estado y país), el 53 % de los entrevistados dijo que su colonia era un lugar “seguro” o “muy seguro”, más de ocho puntos respecto a lo registrado en el promedio móvil de noviembre y diciembre del año pasado, también hubo un repunte de 9 % en cuanto a la percepción de seguridad en los municipios, 10 % respecto a la seguridad en las entidades y 3 % en la seguridad del país.

Parece ser que la estrategia de seguridad del nuevo gobierno así como la detención y caída de algunos líderes del narcotráfico (Enrique Plancarte Solís,Nazario Moreno González, Joaquín Guzmán Loera) han mejorado la percepción de seguridad en los mexicanos.

Información: Parametria