Afortunados trabajadores precarios
Villa Hidalgo, Agosto 23 (2014).- A pesar de que gran parte de los empleados de talleres o tiendas de ropa de Villa Hidalgo no tienen las condiciones de seguridad social y prestaciones del mercado formal, no consideran estar en una situación de vulnerabilidad, por el contrario, se congratulan de contar con una fuente de ingresos, aunque sea temporal.
Así lo comentó en entrevista Laura Cecilia Gil Paredes, quien presentó en la Universidad Autónoma de Aguascalientes el libro “Afortunados trabajadores precarios. Debate entre la tendencia mundial y la realidad local”.
Gil Paredes explicó que la población de Villa Hidalgo pasó de ser ganadera a una de microempresarios exitosos del sector textil, y en ese proceso la seguridad social o plazas laborales nunca fueron consideradas como necesarias; por lo que un trabajo precario es concebido de manera distinta al que plantea la ciencia social contemporánea a nivel internacional.
La egresada del doctorado en Estudios Socioculturales de la UAA indicó que uno de los elementos centrales para esta percepción de tranquilidad es la capacidad de adaptación, lo que ha permitido que casi la totalidad de las personas en edad de trabajar están ocupadas, a diferencia de otras partes de la república.
También mencionó que varios empleados del mercado textil y de indumentaria trabajan sólo durante 3 meses, temporadas en las que se llega a laborar hasta tres turnos de producción; lo cual podría interpretarse como trabajo flexible en riesgo. Sin embargo, el resto del año los trabajadores se dedican a otros oficios o servicios menores como tiendas de abarrotes o puestos de comida, por lo que siguen activos económicamente.
Al respecto, Gil Paredes señaló que esto no debe traducirse como conformismo, sino que Villa Hidalgo es una población de emprendedores en la producción y venta de ropa que se han adecuado a las exigencias del mercado; lo cual ha sido posible por la consolidación de un mercado de compradores de todo México, incluso del norte del país; proceso que inició durante la crisis económica de la década de los 80, cuando gran parte de los mexicanos buscaron productos de menor costo. De esta forma, Villa Hidalgo gestó un amplio nicho de mercado al que ofrece ropa barata, de calidad y de moda.
Finalmente, manifestó que un dato relevante es que incluso las personas con sólo educación básica formal pueden generar importantes ganancias e incluso llegar a construir su propio taller, fábrica o tienda.