A volar el monaguillo

Tenía todo a su favor. El viento soplaba en dirección correcta. Los astros se alineaban. El horóscopo predecía buen futuro. Las estrellas adornaban el camino. El sol resplandecía. La luna iluminaba. El palacete lucía sus mejores galas. Pero el petulante monarca se encargo de perder presente y destruir futuro.

El derrotado magistrado Fernando González de Luna (FGL) politizó la Presidencia del Supremo Tribunal de Justicia de Aguascalientes; la semana reciente se leyó en estas páginas su recomendación política: “Antes de candidatearse, (Martín) Orozco Sandoval debe enfrentar proceso judicial pendiente” y “que pruebe su inocencia”.

A FGL también le ganó el abandono del encargo, la desbordada ambición, la cercanía al Poder ajeno y la lejanía a sus compañeros magistrados, ocasionada por la soberbia envenenada y la arrogancia mortal.

Durante su reinado el Poder Judicial se distinguió por la falta de transparencia. Se confundió el secreto en los asuntos jurídicos con la opacidad en los asuntos administrativos, como si éstos fueran solventados con dinero privado y el gasto público estuviera exento de la mínima rendición de cuentas. Su salida obliga a una exhaustiva auditoría, a levantar las alfombras para localizar algunos hallazgos putrefactos. El cambio de administración justifica la decisión.

Reproduzco un ejemplo de muchos: El 2 de junio, Líder Empresarial (versión en línea) consultó en repetidas ocasiones, desde varios equipos y con diferentes navegadores de Internet, el sitio de transparencia del Poder Judicial, a fin de conocer el salario de los funcionarios. Pero la revista no obtuvo acceso a esos datos señalados como información pública de oficio en la fracción VIII del artículo 9 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información del estado de Aguascalientes.

En ausencia del titular de la oficina de la Unidad de Enlace del Poder Judicial, Hugo Prieto Macías, una funcionaria de nombre Ofelia Rodríguez informó que no había problemas; sin embargo, pidió que se hiciera una solicitud de acceso a la información para poder entregarla.

“No sé si pueda nada más, vía transparencia, que lo solicite aquí en nuestra página directamente, para que sea más rápido de podérselo enviar y señalarle, dado que no puedan tener acceso a él, que nos lo soliciten de esta manera”, recomendó la enredada funcionaria.

La administración de FGL habrá de recordarse porque desempeñó dignamente el papel de monaguillo del titular del Poder Ejecutivo, al acompañarlo frecuentemente a los eventos públicos y giras de trabajo, como si fuera un empleado más de la administración estatal; desafortunadamente, nunca siguió el ejemplo del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien se abstiene de acompañar al Presidente de la República a cuanto evento asiste, salvo los estrictamente protocolarios (15 y 16 de septiembre, por ejemplo).

En el pecado llevó la penitencia, al olvidar que no se puede andar en la procesión y repicar las campanas. Todavía se le recuerda aquel famoso dislate, cuando en calidad de vocero, también, el 1 de agosto de 2013 informó que el ex Secretario de Planeación y Desarrollo del Estado de Aguascalientes fue “detenido por elementos de la Procuraduría de Justicia de la entidad en cumplimiento de una orden de aprehensión girada por la juez primero de lo penal de Aguascalientes…”. 24 horas después el Poder Judicial rectificó, se desmintió, dejó al descubierto que había falseado en declaración periodística, al aclarar que Ricardo de Alba Obregón, ex funcionario en la administración de LARF, jamás fue capturado.

Hace dos años, el 25 de junio de 2012, se publicó en el Periódico Oficial del Estado de Aguascalientes la reforma al artículo 52 de la Constitución -obsequiada por LXI Legislatura- para permitir la reelección del Magistrado Presidente por un período. FGL tuvo el tiempo para recomponer su relación laboral y personal con sus pares y construir su reelección, pero optó por el fallido camino de la imposición encubierta, la amenaza privada y la descalificación pública.

Así, otra reforma al precepto 52 -presentada hace días y guardada ahora en el refrigerador del Congreso del Estado-, pretendía que el actual presidente del Supremo Tribunal del Justicia del Estado permaneciera en ese cargo para el que fue electo, “hasta que cumpla el término de ocho años en total de mandato de conformidad con la presente reforma”.

En el umbral de la elección y ante la oposición legislativa del PAN, PRD y MC para sacar adelante la reciente iniciativa, FGL despreció a sus pares y desestimó su capacidad profesional, al afirmar que los magistrados no están preparados para enfrentar el nuevo sistema de los juicios orales, salvo él, claro (Página 24, 8/06/2014).

Hace tres semanas escribí que Magistrados del Supremo Tribunal de Justicia de Aguascalientes elegirían a su Presidente en la próxima junta del Pleno. “Los (supuestos) vanguardistas están en posibilidad de transformar los dichos en hechos, de exhibir sus togas libertarias y birretes democráticos, aunque, la mera verdad, no veo por ahí el carácter de una Josefa Ortiz de Domínguez, o el espíritu independiente de un Miguel Hidalgo, o la madurez intelectual de un José María Morelos, para hacer valer la famosa, pero también incumplida, División dePoderes”.

La debacle de FGL y el ascenso del magistrado Juan Manuel Ponce Sánchez a la presidencia del Tribunal, me obligan a solicitarle una consulta al afamado oftalmólogo Luis Felipe Palomino Topete, porque empieza a fallarme la vista, reconozco.

“Ganó la democracia”, diría el viejo político derrotado, a manera de torpe justificación.

Porque alguien tiene que decirlo: El Chicharito Hernández no quiere regresar a La Huerta de los señores Arteaga, ya anotó un gol después de un año. Holanda espera. México, creo en ti.

Por: Mario Granados/ Vale al Paraíso

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