¡A defender el petróleo y la economía de las familias mexicanas!
México vive la más grande decadencia política, económica, social y de seguridad de su historia. Eso se debe a que sus gobiernos llevan 30 años saqueando los bienes de la nación y despojando de sus derechos a los mexicanos.
Bajo el pretexto de la modernización se privatizaron los bancos, aerolíneas, ingenios azucareros, puertos, aeropuertos, minas, carreteras y otras empresas públicas. Ya en manos privadas quebraron y el gobierno las rescató con recursos del erario público. Al privatizar más de mil empresas de la nación, el Estado mexicano obtuvo 30 mil millones de dólares, pero al rescatarlas poco después, gastó 90 mil millones de dólares.
Todavía estamos pagando el rescate bancario y ya nos quieren imponer desde el gobierno federal la entrega de la industria petrolera y de sus enormes ganancias a compañías extranjeras.
Pemex es la empresa más rentable de México y el gobierno federal dice que no va a venderla ni privatizarla. Pero no es necesario vender las instalaciones de una empresa pública para privatizar su actividad. Por ejemplo, nunca se ha vendido un solo fierro de la Comisión Federal de Electricidad pero la mitad de la generación eléctrica del país ya la producen compañías privadas extranjeras; por mantener sus negocios se cobran elevadas tarifas de la luz. Eso quieren hacer ahora con el petróleo.
Cada año el país obtiene del petróleo un billón 250 mil millones de pesos, o sea, unos 100 mil millones de dólares. Eso representa 40% del presupuesto nacional. En otras palabras, cuando se construye una escuela, 40% del dinero proviene del petróleo; cuando se edifica un hospital, 40% de los recursos vienen del petróleo; cuando se le paga a los maestros o a los doctores del ISSSTE o del IMSS, 40% de sus salarios provienen del petróleo; de la misma forma, el 40% del monto de las pensiones de los empleados públicos. Con el petróleo también se paga 40% de los libros de texto gratuito, de la vivienda de interés social y de la distribución del agua. El petróleo financia la tranquilidad de las familias mexicanas y es la base de nuestra independencia económica.
Si se entrega la riqueza petrolera a empresas privadas, así sea parcialmente, las finanzas públicas dejarán de recibir más de un tercio de sus ingresos. ¿Y quién va a pagar el faltante? Las clases medias y los más pobres, ya que el gobierno aumentaría los impuestos, mientras seguirá perdonando a los grandes empresarios el pago de sus contribuciones fiscales.
Por eso quieren aumentar el IVA de 16 al 19% y extenderlo a medicinas, alimentos, libros, transporte, colegiaturas y vivienda; esto sería un duro golpe a la economía de la mayoría de las familias mexicanas, ya que en estos rubros gastan 90% de sus ingresos. Es inevitable que la privatización del petróleo conduzca al incremento de impuestos.
Las compañías extranjeras sólo ambicionan quedarse con las enormes ganancias que genera el petróleo y no invertirán en el desarrollo de México. Cuando fueron dueñas del petróleo mexicano no pagaban impuestos y daban salarios miserables a sus trabajadores.
El petróleo es la principal riqueza del país y la última industria que queda en manos de la nación. Todo lo demás ha sido entregado a empresas privadas, nacionales y extranjeras. Si se privatizan las ganancias del petróleo aumentarían los impuestos pero también el desempleo, la pobreza y la violencia. En suma, se cancelaría el futuro de millones de jóvenes.
Llamamos al pueblo de México a defender el petróleo para la nación y la economía de las familias, con información, organización y movilización pacífica.
Comunicado: Morena