A contra corriente
La semana que recién terminamos, el Presidente del Banco de México explicó el porqué se tuvo que tomar la decisión de subir en .50 puntos base, la tasa de interés, y, sobre todo, su preocupación de la depreciación del peso mexicano, y el aumento que se está dando en la inflación, aunque ésta se encuentra aún dentro de los parámetros que se tienen establecidos, que es de 3%, debemos hacer notar que en febrero ésta subió a 2.87%, de acuerdo al INEGI. Así mismo, se refirió a que está aumentando el crédito por parte de la banca, aunque está muy lejos de la meta que se ha establecido de un 40% de PIB. El año de 2015 llegó a 28.8%.
Así las cosas, la estrategia es que el crecimiento no debe de bajar de 2.5 % del PIB, pues en el futuro tenemos nubarrones que podrían ponernos en un predicamento, pues si llegan a ganar, ya sea Trump o Sanders, los cuales durante sus discursos de campaña hablan de que el T.L.C. -Tratado de Libre Comercio- con México, así como el que firmaron con China, han sido muy dañinos, y y dicen que debe de revisarse o de plano cancelarse.
Ahora bien, el problema no solo es que ganen estos señores, sino que los otros candidatos han tenido, de alguna manera, que tomar el tema y proponer casi lo mismo, en virtud de la acogida que han tenido estas ideas, lo mismo que sus ideas anti inmigrantes. No es para menos, sobre todo cuando está dirigida hacia nuestro país. Así que esperamos que la política de los vecinos no vaya estar basada en un ataque frontal a los intereses mexicanos.
Por otro lado se anunció que los fondos de pensiones sufrieron un decremento de $14,917 millones de pesos, a causa de los tumbos de los mercados financieros. Es la segunda caída más fuerte en un lapso de 14 meses, lo que nos da una idea de los manejos de riesgosos en los mercados bursátiles.
Mientras esto sucede, en nuestro país esta semana el BCE -Banco Central Europeo-, anuncia, a través de su director Mario Draghi, que su tasa de interés se reduce en .50 puntos porcentuales base, o sea que queda en un 0%; al revés de lo que hizo México, y que su crecimiento económico será impulsado, a que sea de 2%, pues este se afectó, y este año se calcula en un 1.4%, cuando para el banco lo óptimo sería un 2%. Otra de sus preocupaciones, y por lo que se están tomando estas decisiones, es que la inflación se encuentra en 0.1%, y según los europeos, lo deseable es que suba a ¡2%!, pues con eso se activaría la economía. Y no solo eso, sino que la compra de bonos subirá de 60,000 millones de euros, a 80,000, ya sea para bancos o para empresas de inversión. Todo esto buscando salir de la atonía.
Si analizamos las medidas que se han tomado en México, y las que se están tomando en Europa, vamos viendo que son diametralmente opuestas; por lo que debemos de analizar si estas políticas son las correctas, para la recuperación económica. Tomemos en cuenta que el Banco Central Europeo está buscando inyectar liquidez en la economía. Sin embargo debemos ver que el modelo con que los bancos centrales, con medidas como éstas, estimulan las economías, están llegando a su límite, y ahora la única forma de que se estimulen los mercados será a través de reformas fiscales que estimulen la inversión y el movimiento mercantil.
En Europa estas medidas están tratando de fortalecer a los bancos y empresas, mientras en México se está anunciando que la Secretaría de Hacienda, a través de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro, cuyo titular es Narciso Campos, han dicho que en abril esa dependencia determinará cuales son los bancos que pueden estar representando problemas de solvencia y un riesgo para los clientes, lo cual está agregando nerviosismo al mercado.
Estas son las medidas a contra corriente que debemos de seguir con cuidado, para ver si somos tan opuestos estructuralmente con los mercados Europeos, o quién ha tomado las decisiones correctas.
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