El que esté libre de culpa que lance la primera piedra / Güero
No hay fecha que no se cumpla. Estamos ya en las vísperas de las elecciones intermedias de 2021, mejor conocidas como las “más grandes e importantes de la historia reciente en nuestro país”. Como era de esperarse, la saturación mediática por parte de los partidos políticos no se hizo esperar, pareciera que estaban esperando a que dieran el banderazo de salida, el pasado 4 de abril, para emitir sus anuncios publicitarios. Radio, televisión, internet y panorámicos bombardean constantemente a los receptores con promesas de campaña, con slogan que venden acciones a emprender si son elegidos. En esta ocasión la mayoría de las campañas, con independencia de su instancia (local, estatal o federal), eligieron la estrategia de desprestigio de la oposición, el ataque sin censura y sin compasión. La coalición Va por México, conformada por el PAN, PRI y PRD dice pestes de MORENA, así mismo lo hace este último en «Juntos Haremos Historia» con sus compinches del PT y VERDE. En segundo plano se vislumbra Movimiento Ciudadano, PES y demás partidos minoritarios.
Llama mi atención como ciudadano, como elector de a pie, el que sean utilizadas artimañas partidistas para “desenmascarar”, para “juzgar” al contrincante. Resta credibilidad que la competencia diga que son “los buenos”, “los mejores”. Es preciso llevar un ejercicio trasladándolo a la iniciativa privada. Si yo, como consumidor, viera que la compañía A que vende pizzas dijera que la compañía B, que también vende pizzas, es mala por tal o cual razón, me causaría un efecto contrario, no solo no elegiría a la empresa A sino que la vetaría de recomendarla con mis conocidos.
De acuerdo al Instituto Nacional Electoral (INE), al 15 de abril se tienen en Lista Nominal, ciudadanos que solicitaron su inscripción al Padrón en territorio nacional y cuentan ya con su Credencial para Votar vigente, 93,935,039 ciudadanos registrados, de los cuales un 48% son hombres y un 52% mujeres. Por su parte, el Padrón Electoral contabiliza al 15 de abril 94,686,022 ciudadanos, cuyos porcentajes no varían con respecto a la Lista Nominal. El grueso poblacional se encuentra en los rangos de 20 a 24 años, 25 a 29 años, 30 a 34 años, 35 a 39 años, 40 a 44 años y 65 o más años, con un promedio de 10 millones de ciudadanos en cada agrupación.
Para el próximo domingo 6 de junio serán elegidos 500 cargos federales y 19,915 locales; 15 gobernaturas, 30 congresos locales, 1,900 ayuntamientos y juntas municipales. A pesar de la pandemia, de las condiciones actuales en materia de vacunación, se espera que haya una nutrida participación electoral, que los casi 100 millones de mexicanos acudan a su deber en las urnas, que elijan a sus representantes públicos.
Así como no compraría o adquiriría un bien o servicio por una mala recomendación de un competidor, de igual forma, esperaría que los partidos políticos dejen su práctica de ataque entre sí mismos, liberen a los ciudadanos de la información tendenciosa, en suma, que dejen de intervenir en el libre pensamiento de la población, en la reflexión, el análisis y por ende la decisión que mejor convenga a sus intereses personales y particulares. Apreciaría más un listado de propuestas concretas realizables, no utópicas; una semblanza de cada servidor público y del equipo que se propone gobernar para revisar trayectoria, resultados e historial de cada uno, en el cual se aprecie la meritocracia y no el compadrazgo o amiguísimo que en repetidas ocasiones suele imperar.
A escasos días se elegirán nuestros representantes que conducirán los destinos de la nación. Es una decisión muy importante la que está en juego, no es una más. Por favor, hagamos la tarea de indagar, de investigar, de meterse a profundidad, de emitir un sufragio informado y no condicionado. México lo merece y necesita por el bien común de todos. ¡Votemos!
La opinión de César Omar Ramírez de León: Empresario, maestro en psicoterapia gestalt adultos y capacitador en gestión efectiva de recursos humanos.