Lo peor que le pudo pasar a México, Bartlett, Bejarano y Elba Esther

“Por sus frutos los conoceréis”: MATEO 7:15

El país nos solo se encuentra en uno de sus momentos más emblemáticos históricamente hablando en cuanto a democracia se refiere. Los términos políticos están precisando bríos de cambio y de promesas del pasado en la que la gran mayoría depositó su confianza electoral con más enojo que con responsabilidad social. Pues en México tiene mayor peso e importancia la venganza inmediata que la paz y tranquilidad.

El populismo logró tomar y enarbolar la bandera de la izquierda con personajes de derecha, de ultra derecha y también con beneficios ostentosos de un sistema neoliberal que se encarga de sacudir al trabajador para enriquecer al capitalista. Lo peor que le pudo pasar a México es que su sociedad volviera a desperdiciar la oportunidad de un avance y haya vuelto a sacrificar la esperanza por el enojo.

Un pueblo que elige a corruptos no es víctima, es cómplice.

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador es alguien que desafía la lógica de la ciencia; es ajeno y distante a los principios básicos de la retórica y la argumentación. Es un político que asevera que acabará con la corrupción con el ejemplo, dirime y expone que debe existir una “Constitución Moral”, que no puede existir gobernante rico con pueblo pobre, también de manera tácita y directa hace mención en sus discursos sobre la importancia de las nuevas generaciones y de lo que ellas representan. Irónicamente aunque carezca de planteamientos bien estructurados, es alguien que conecta con la gente, utiliza frases que se quedan en la mente de las personas como: “la mafia del poder” ó “no lo tiene ni Obama”.

Pero lo peor que le pudo pasar a México es que alguien que presumía impulsar a jóvenes en sus mensajes, tenga en su gabinete virtual un promedio de 71 años de edad con los posibles funcionarios, excluyendo en gran medida a los jóvenes.

Lo peor que le pudo pasar a México es que Andrés Manuel haya puesto a Manuel Barlette en la CFE, pues como es bien sabido fue el encargado de tumbar el sistema en la elección de 1988 por complicidad con Salinas de Gortari. Es verdaderamente caótico que no se piense en energías renovables y que gran parte del presupuesto vaya destinado a la construcción de refinerías, siendo esto un esquema del siglo pasado.

Lo peor que le pudo pasar a México, es que un personaje como René Bejarano vuelva a la palestra política para ser encargado de la distribución de los recursos federales bajo un esquema de 300 enlaces que en la praxis política se entiende perfectamente como los operadores de los 300 distritos federales electorales. Es una aberración que un político que se dedicaba a extorsionar a empresarios como lo fue el caso de Carlos Ahumada, sea hoy el coordinador del flujo de esos recursos. Indignantes fueron los video escándalos en donde Bejarano personaje cercano de López Obrador se embolsaba millones de dólares en su saco, producto de la extorsión.

“Aquellos que pueden hacerte creer las cosas más absurdas, pueden hacerte cometer atrocidades”: Voltaire

En política las formas son fondos y no hay casualidades hay causalidades. Lo peor que le pudo pasar a México es que un personaje tan representativo de la impunidad y tan representativa de la ambición, como lo es la maestra Elba Esther, haya sido absuelta de las acusaciones que tenía en su contra, el mismo día en que el Presidente electo recibe su constancia de mayoría. Es una burla para los mexicanos.

El peor enemigo para un gobierno corrupto es un pueblo educado.

Lo peor que nos podía pasar, está sucediendo. Tal vez vengan cosas peores.

Pero tal vez lo peor que nos podía pasar es lo mejor que nos podía suceder.

Tal vez la sociedad necesita tocar fondo para despertar, algo muy similar a lo que describe Antonio Velasco Piña en su obra “Regina”. Ya no estamos al borde del precipicio, ya estamos cayendo. Los tiempos del despertar de la conciencia tienen su origen en la tragedia y en el dualismo oscuro que socavo a muchos presentes.

Lo peor que le podía pasar a México, es que sus propios hijos le hayan quitado la esperanza por la sed de venganza.

IN SILENTIO, MEI VERBA.