La ciencia, su método y su filosofía

El hombre virtuoso siempre se apega al camino de la ciencia

Nos encontramos en un mundo lleno de interpretaciones, el ser humano en todas y cada una de sus esencias pretende explicar y justificar los distintos acontecimientos que van marcando la pauta de la historia. Del mismo modo utiliza algunas semióticas para poder pretender realidades y salir del oscurantismo que es exacerbado por sombras y por dogmas de la reminiscencia.

En todos los procesos y acciones existe un método y un proceso el cual se puede segmentar de manera progresiva y con una tendencia a lo perfectible.

El proceso constructivo, en que la experiencia desempeña un gran papel de sugerencias, tiene su limitación a la formación de los puntos de partida. Sin embargo en el contexto teórico existe de igual forma la constante línea de poder ampliar el conocimiento sobres ciertos marcos teóricos, los cuales nos permiten delimitar las investigaciones y los enfoques.

Si bien la oportunidad de dilucidar nos evoca al estudio, también nos permite avanzar y progresar como sociedad, nos permite salir de la barbarie y de lo subjetivo para aproximarlos a lo conciso y a lo objetivo, de tal modo que los rasgos esenciales del tipo de conocimiento que alcanzan las ciencias de la naturaleza ya sean exotéricas y las ciencias de la sociedad tiene el sustento en la racionalidad y en la objetividad.

La ciencia tiene como principio y como consecuencia la investigación, la filosofía tiene como esencia interpretar el conocimiento para apegarlo a la moral y a la virtud.

“En la vida diaria nos preocupamos poco por dar definiciones precisas, descripciones exactas, o mediciones afinadas: si estas nos preocupan demasiado, no lograríamos marchar al paso de la vida”: Mario Bunge

Por medio de la ciencia se genera un contrapeso de lo abstracto y con todos los elementos que contiene nos permite descubrir y describir los fenómenos de los que somos rodeados, desde la fuerza de la gravedad explicada por Newton hasta comportamiento de las sociedades modernas que explicaba Weber.

Difícilmente encontramos en las personas que se apegan a métodos y a la ciencia grados de omisión que perjudiquen su entorno, por el contrario, en su gran mayoría existe las pruebas fehacientes de que en la medida que existe mayor estudio tanto en una persona como en una sociedad su progreso es más próximo y con mayores alcances. Sus límites están diseñados en lo óptimo de un status quo.

Los tiempos de la modernidad arrojan a las nuevas generaciones la perspectiva de que vean a la ciencia como una paradoja aburrida, ciertamente en el pasado algunos grupos de poder catalogaron a la ciencia como un arte oscura que pretendía poner en tela de juicio a los principios religiosos. Hoy en día nos da la gran oportunidad de buscar una infinidad de caminos a la libertad, porque como bien se dice la libertad se encuentra en la paz y en la lucha contra la ignorancia.

“La perseverancia en el bien”

La ciencia le permite al ser humano arrancarse el corazón para utilizar el cerebro, es decir le permite a los sentimientos ser guiados por los pensamientos. La tecnología avanza a escalas desproporcionadas y en todos los sentidos el mundo cada vez necesita ciudadanos de valores, necesita personas que entiendan a los fenómenos con la filosofía de dejar un mejor mundo a las próximas generaciones, por lo cual la ciencia y sus métodos serán fieles escuderos de todos los esfuerzos de los humanos que quisieron apegarse a la virtud.

IN SILENTIO MEI VERBA.