Cierre de año difícil
Desafortunadamente se están materializando los pronósticos negativos con respecto a la próxima astringencia de recursos muy fuerte en las fianzas de los municipios y los estados, debido a que la disciplina fiscal deberá de ser observada de manera muy estricta, y no solo eso sino que se deberá de redoblar en el esfuerzo de buscar que las fianzas públicas no generen un déficit fiscal más agudo que el que se registra actualmente.
Como un dato digno de tomarse en cuenta debemos decir que en 2005 la deuda pública representaba el 28% del PIB -Producto Interno Bruto- y el año pasado, 2015, cerró con el 42%, y se espera sea de 45% este año, y con la sinergia que se lleva se cree que durante los años de 2017 y 2018 llegue a un 48 %. Durante la conferencia de prensa, que se celebró el lunes 22 de agosto, por el Subsecretario de Hacienda Fernando Portela, sobre la situación de las fianzas públicas en la que comentó que los mercados financieros internacionales tienen una volatilidad elevada y que eso está afectando también las finanzas nacionales.
Otro aspecto es el que la desaceleración de la economía estadounidense ha afectado las exportaciones mexicanas, y por otro lado se encuentra el grave problema que tanto la mayoría de los estados y municipios están endeudados a su límite, y responden a sus acreedores con sus participaciones federales, lo cual los deja en una situación difícil y sin recursos para poder invertir en programas sociales o en infraestructura, lo cual causará forzosamente presiones sociales, pues no podrán cumplir con su cometido. Debemos recordar que la ley que va a regular las deudas de los estados y municipios, para que ya no se endeuden, entrará en función el año que entra, y con ésta ya no podrán heredar deudas a los siguientes administradores pues deberán pagar los empréstitos tres meses antes de terminar su gestión, y como ya estarán en el límite de su endeudamiento, va a ser difícil que consigan préstamos a corto plazo.
La Secretaría de Hacienda rebajó su pronóstico de crecimiento de 2.2% a 3.2%, que había pronosticado en mayo, de 2% a 2.6% , con esto es la segunda vez este año en que se recorta el pronóstico de crecimiento. Debemos esperar el 31 de agosto en que el Banco de México revisará sus pronósticos, pues esto se ha contaminado con que una calificadora como Standard & Poor’s rebajó la calificación de la deuda del país, de estable a negativa, pues estaba en BBB+ a BBB, y que el año que entra se revisará de nuevo; igualmente se bajó la calificación de la deuda de PEMEX y de CFE, pues están en línea.
Esto a pesar de que Hacienda abonó a la deuda los fondos que el Banco de México (una parte) aportó de los remanentes de su operación.
De todo esto debemos tomar en cuenta que se tienen deudas que son ineludibles y de largo plazo que afectan las fianzas, como el rescate de las autopistas concesionadas, las obligaciones del IPAB, los apoyos a las empresas del gobierno, sobre todo a PEMEX y CFE, apoyos a deudores de la banca y deudores de la banca de desarrollo, y algunos otros rubros que son ineludibles.
Por lo anterior este fin de año se nos presenta muy complicado, y sobre todo que la disciplina fiscal y el combate a la corrupción y la impunidad deberán de ser una constante, pues el pueblo sufrirá por los recortes, y de alguna manera se sentirá en el mercado interno la escases de liquidez.