La ausencia de la izquierda: @ahumadaroberto
“La cultura, desgraciadamente, es, sigue siendo, un monopolio de la izquierda convencional, muy inalterable, que disfruta de privilegios y se permite satanizar a quienes no comparten sus ideales” MARIO VARGAS LLOSA.
Existen diverso conceptos de las posturas ideológicas en política, siempre se escucha este partido es de derecha o se escucha que cierto personaje política tiene una postura de izquierda. Lejano a la corte Inglesa en donde la clase privilegiada y conservadora se sentaba del lado derecho y la clase obrera y más bien vinculada con la sociedad en general y reclamaba igualdad y del mismo modo separando los conceptos económicos en los que se relacionan el capitalismo y el comunismo, en México independientemente de liderazgos sociales, se percibe una ausencia significativa de aquella izquierda que enarbolaba los discursos del Che Guevara o de la grande y loable retórica de Salvador Allende.
Se entiende por izquierda y tiene su origen en el triunfo de la Revolución Francesa, el sector de los jacobinos fue el más radical con la monarquía recién derrocada y siempre se ubicó del lado izquierdo dentro del Parlamento francés, de ahí el origen de izquierda, que desde entonces se le ubica como aquel grupo político que defiende los intereses populares o del pueblo. Al paso del tiempo y con la aparición del marxismo y de las organizaciones políticas obreras, la izquierda se definía como aquel grupo político que representa los intereses inmediatos e históricos de la clase obrera o de los trabajadores.
La historia de la izquierda en México comienza en el siglo XX y se remonta a los años 30, cuando el Partido Comunista Mexicano junto con la corriente de Vicente Lombardo Toledano (aquel joven perteneciente a la generación de los 7 sabios) dirigían la CTM, y ante la amenaza del fascismo y por instrucciones de la Tercera Internacional Comunista burocratizada y dirigida por Stalin, siguieron la política del frente popular, así fue que le otorgaron el apoyo al General Lázaro Cárdenas del Río; posteriormente la CTM cayó en manos del terrible Fidel Velásquez para después pasar a formar parte del Partido Nacional Revolucionario ahora PRI, en pocas palabras el PCM y Lombardo Toledano le entregaron la central obrera más importante de México a un sector burgués o patronal que representaba Lázaro Cárdenas del Río.
Posteriormente la fundación de los partidos políticos que ostentan el dogma de izquierda son motivados no por el idealismo que alguna vez caracterizo a los de izquierda sino más bien el capricho político que en algún momento daría la posibilidad de alguna candidatura, por el mismo desgaste político la izquierda fue una opción viable y que en las últimas elecciones presidenciales ha tomado un papel de vital importancia en cuanto a rentabilidad política se refiere.
Sin embargo hoy por hoy, no hay una personalidad de congruencia en idea y acto que levante y enarbole las posturas izquierdistas, se ve a un PRD totalmente dividido sin pies y cabeza a poco tiempo de una elección presidencial y donde tiene juicios desfavorables que limitaran su finanzas, el partido de Andrés Manuel López Obrador es por esencia el mismo nada más en donde en la Ciudad de México se ha logrado posicionar pero que solo el tiempo dirá si logro establecer una estructura que le permita ser un contendiente serio en las próximas elecciones.
La participación de Gerardo Fernández Noroña es lo más original que tiene la izquierda, debate, arremete con los funcionarios, utiliza el transporte público y en sus discursos menciona a David Henry Toreau y por su puesto derrama lágrimas cuando cita a Flores Magón, pero la ausencia está presente y es muy similar a la conversación que existió entre los grandes amigos y filósofos Robespiere y Voltarie, en donde el primero le reclamaba a Voltaire su lejanía de los principios y de su falta de congruencia con los comienzos que tuvieron en el club de los Jacobinos, en esa platica Voltarie le dijo que si no estaba con él estaba en su contra, “el poder se toma con la izquierda y se conserva con la derecha” la ausencia siempre es producto de la falta de congruencia.