Vale al Paraíso/Inició temporada el “Big Brother” legislativo

Mario Granados Roldán.-Se lanzó la bengala al cielo. Era la señal para iniciar hostilidades. Marines del ejercito lorenista salieron de la panza del avión de la fuerza aérea Profeco. Bajaron uno por uno. Pisaron la zona de combate. Atrás venía el ligero cargamento. Rifles de postas. Pompas de jabón. Y resorteras de migajón.

Se escucharon las primeras pedradas. Los aviones de papel sobrevolaron el territorio enemigo. El Congreso del Estado se convirtió en el campo de batalla de la madre de todas las batallas: la elección de gobernador del Estado de Aguascalientes 2016-2022.

La sesión ordinaria de los diputados, celebrada el jueves 26 del mes pasado, en la que se votaron los dictámenes relativos al Informe de Resultados de la Revisión a las Cuentas Públicas de los gobiernos estatal y municipales de Aguascalientes, dejó en evidencia que la guerra preelectoral partió en dos al Grupo Parlamentario Mixto PRI-PVEM.
De un lado están los soldados, los institucionales, dispuestos a continuar acatando la línea de mando que ostenta el gobernador Carlos Lozano de la Torre, su jefe político hasta el último segundo del 30 de noviembre de 2016.

Del otro está la mini tropa integrada por tres despistados rebeldes de la milicia lorenista: la cabo de verde olivo Anayeli Muñoz Moreno, la mayor María de los Ángeles Aguilera Ramírez (conocida por la tropa como La China) y el grumete Enrique Juárez Ramírez, quienes en la discusión del Informe del Resultado de la Revisión de la Cuenta Pública del Municipio de Aguascalientes, subieron a tribuna para lanzar bombitas parroquiales, antes de votar en contra del trabajo realizado por el Órgano Superior de Fiscalización, que se tradujo en el dictamen aprobatorio la Comisión de Vigilancia. Pero además, olvidaron que los regidores priistas del Ayuntamiento de la Capital dieron su visto bueno a las cuentas públicas mensuales correspondientes al ejercicio fiscal 2014, como lo hicieron la mayoría de los diputados, la semana pasada. También quedó exhibido el pavor que los Marines lorenistas le tienen al alcalde Toño Martín del Campo, aspirante panista a gobernador.

La afamada belicosidad de la China Aguilera es comprensible. Está golpeada. Se le notan los moretones. Las heridas no cicatrizan. Viene de una derrota en el Distrito II. La ilustre desconocida Arlette Muñoz Cervantes, del PAN, le propinó un zape en las urnas electorales. Pero además, a su regreso fue degrada, al no devolverle la vicecoordinación del GPPRI-PVEM y el asiento que ocupaba en la estratégica Comisión de Gobierno del Congreso del Estado.

Será un permanente dolor de muelas para la estabilidad del Congreso, la hegemonía del GPPRI y el terso manejo de las sesiones que debiera tener el presidente de la asamblea congresional, quien ya probó el sabor agraz de los perturbadores ácidos de la diputada Aguilera, que busca el desquite, al fin, todos los diputados tricolores fueron responsables de su derrota, menos ella. Supone.

La China ayer fue militante panista. Hoy es militantes priista. Antier fue la gran estrella del gobernador Luis Armando Reynoso Femat. Ayer fue la destacada colaboradora del gobernador Lozano de la Torre. Hoy es hija de Mamá Lorena. Sus cambios de piel confirman que en política las únicas mujeres fieles son las fieles difuntas.

Por su parte la verde diputada Anayeli Muñoz Moreno subió a tribuna para fustigar los supuestos malos manejos de los dineros públicos, pero olvidó citar las negras historias del otrora legislador Arturo Escobar y Lazo, entonces destacado vocero del PVEM, quien tiene una orden de aprehensión por presuntos delitos electorales; o cuando lo agarraron con una maleta Louis Vuitton en Chiapas, que guardaba 1.1 millones de pesos y no supo explicar el origen del dinero; o la compra de de una casa en San Antonio, Texas, valuada en casi cinco millones de pesos (trescientos mil dólares).

Ya encarrerada Muñoz Moreno le aventó una roca lunar a La China Aguilera, al señalar que el gobierno de LARF, por su “malos manejos”, ha “tenido que enfrentar a la ley”. La entonces poderosa subsecretaria general de Gobierno con Reynoso Femat guardó silencio. Aguanto el descalabro. Ni las manos metió para defender a la administración que sirvió orgullosamente durante seis años.

Los cuestionamientos de Anayeli hacia la alcaldía de Aguascalientes carecen de autoridad moral. Son tendenciosos. Están manchados por el chapopote de la subjetividad. Durante la pasada administración hizo del inmoral tráfico de influencia su modus vivendi familiar, al conseguirles trabajo en el municipio a su hermana y a su hermano, que fueron despedidos por la actual administración panista, previa liquidación.

Y bueno ya que estamos en temas de fidelidad y deslealtad, de gratitud y desagradecimiento, de institucionalidad y rebelión, de amistades de mentiras y alianzas de temporal, y de grandes olvidos, Vale al Paraíso sacar de mis archivos aquellas notas de Alberto Solís Farías, próximo secretario general del PRI Aguascalientes, que informan que el entonces diputado priista en la LX Legislatura aprobó la última cuenta pública del entonces alcalde Martín Orozco Sandoval.

En la sesión del Congreso celebrada el 27 de octubre 2009, la mayoría de legisladores no aprobó la cuenta pública de MOS por haberse encontrado “irregularidades”, pero el tricolor Solís Farías, en franca rebeldía, a contra corriente de los diputados del GPPRI, sufragó a favor, ganándose el notorio desprecio de sus compañeros tricolores.

Meses después, el 12 de enero de 2009, la periodista Ana Silvia Lozano Galindo contó en su columna “Punto y seguido”, de El Heraldo de Aguascalientes, que MOS quedó muy reconocido con el proceder de su dilecto amigo. “Alberto Solís Farías, realmente sabe”, diría. A manera de homenaje el exalcalde agregó una dotación de tulipanes al arreglo floral obsequiado al abanderado de los Lozano Boys, al declarar que “Alberto es otro nivel, es muy profesional, antepone su trabajo como conocedor de la materia a la grilla barata de politiquería que se traen sus compañeros del PRI. México necesita gente como él”.

No está por demás recordar que el otrora legislador Solís Farías aprobó con fanfarrias de por medio, todas las cuentas públicas del gobierno de LARF, señalado por su notoria corrupción, que seguramente en su momento Alberto no vio, o mejor dicho, no quiso mirar. La convenenciera miopía causó estragos en sus ojos.
El Big Brother legislativo llegó para quedarse con su nueva temporada.

Porque alguien tiene que escribirlo: Rigor, seudónimo utilizado por Agustín Morales Padilla y otros reporteros, para escribir la columna “Cómo, Cuándo, Dónde”, de Hidrocálido (27/11/15), afirmó que Toño Martín del Campo “someterá licencia para participar en la contienda interna de Acción Nacional, por el Gobierno del Estado en el próximo mes de enero”, según el anuncio del propio alcalde capitalino.

Además aseguró el periodista: “En momentos en que se preparaba para una reunión con el dirigente nacional panista, Ricardo Anaya, quien estuvo este jueves de visita proselitista en la Entidad, el Jefe de la Comuna comentó a Rigor que tomó la decisión de presentar formalmente su precandidatura. La razón central de lo anterior, se conocería después por boca de otros panistas, es que Martín del Campo salió muy bien posicionado en las encuestas simultáneas, dos, que fueron realizadas hace un par de semanas”.

La democracia interna del PAN da para eso y un poquito más.

marigra@telmexmail.com