Pobreza, Inseguridad, Desigualdad, Desconfianza, impiden la democracia en México

Aguascalientes, Mayo 21 (2014).- Para el desparecido Instituto Federal Electoral (IFE), el sistema democrático en México no avanza más por factores ajenos a la promoción y difusión del voto, así lo manifiesta un informe llamado -La Calidad de la Ciudadanía en México- en colaboración con el Colegio de México, el cual atribuye a otras causas el que la nación a pesar de los logros obtenidos en la materia no tenga mejores números.

De manera importante en la construcción de su democracia: el desarrollo de leyes, instituciones y procedimientos en materia político­electoral se ha impulsado la generación de un sistema multipartidista, la cele­bración de elecciones altamente competidas, y la alternancia y coexistencia de la di­versidad política en todos los niveles de gobierno y en las diferentes legislaturas del país, por citar algunos ejemplos, apunta el documento consultado por alchileaguascalientes.com

Agrega: Lo anterior ha significado una ampliación efectiva de los derechos políticos de las y los mexicanos sin precedentes en nuestra historia. A pesar de estos logros, es evidente que prevalecen condiciones que impiden la consolidación de una vida plenamente democrática y el ejercicio cabal de los derechos ciudadanos.

Factores como la pobreza y la desigualdad; la persistencia de prácticas autoritarias y clientelares; la desconfianza en las instituciones; así como las amenazas a la seguridad pública, vulneran la condición ciudadana de los mexicanos e impiden el afianzamiento de una sociedad libre, justa y equitativa. La política local y a sus múltiples enclaves autoritarios es un verdadero obstáculo para la consolidación del régimen democrático nacional, aseveran.

Autores cuestionan enérgicamente que los agentes de la periferia hayan contribuido a la transición democrática en el ámbito nacional y argumentan que la arena política local ha sido y seguirá siendo la principal fuente de resistencia a la democratización (Cor­nelius, 1999). También hay quienes señalan que más allá del reto del diseño institucional que dé forma a un sistema democrático, éste no puede funcionar de manera correcta y sustantiva si no cuenta con una ciudadanía interesada, participativa y que pueda ejercer de manera real sus derechos.

Otros señalan como factores que dificultan la construcción de un régi­men democrático el deficiente funcionamiento del sistema judicial, que no ha podido garantizar una administración de justicia expedita; los altos grados de corrupción, que han permeado diversos niveles de gobierno; o a la incapacidad de los partidos políticos para recuperar la confianza de los ciudadanos, quienes los perciben cada vez menos como genuinos representantes de sus intereses, ocasionando su decreciente legitimidad.

La hipótesis central de este estudio es que la ciudadanía en México atraviesa por un complejo proceso de construcción que se puede caracterizar por su relación de des­confianza en el prójimo y en la autoridad, especialmente en las instituciones encarga­das de la procuración de justicia; su desvinculación social en redes que vayan más allá de la familia, los vecinos y algunas asociaciones religiosas; y su desencanto por los resultados que ha tenido la democracia.