Empleados se quejan del Ombudsman

Carta a la opinión pública

“A todo puerquito le llega su San Martín, no hay plazo que no se venza, ni fecha que no se llegue, ni deuda que no se pague, y los términos legales algunos son fatales como es el caso del llamado vacatio legis que es el número de días que puede fijar el legislador entre la publicación de la ley y su entrada en vigor”, parafraseando una de sus tantas publicaciones del abogado de marras Jesús Eduardo Martin Jáuregui de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH).

Resulta que, quien ahora despacha como ombudsman engendró ya la desconfianza totalmente en la dependencia que ahora tiene a su cargo,  muy mala fortuna para todos quienes laboramos en este lugar donde se supone se velan por los derechos humanos, pero parece que al señor poco eso le importa para no decir que simplemente le valen madre los derechos humanos de los trabajadores.

Quienes trabajan en la notaria número 19 del sujeto en cuestión con domicilio en la calle Madero de esta ciudad Aguascalientes, constatan la falta de humanidad del leguleyo que insulta además de molestar a sus empleados por el simple hecho de llevar su lonche para comer sus alimentos.

Cosa que ahora se repite en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, puesto que no permite que los empleados quienes entran a sus labores desde las 8:00 horas ingieran a determinando momento sus alimentos, teniendo que hacerlo a escondidas y de manera apresurada para no ser vistos por el ombudsman.

Pero, por el contrario el señor Martín Jáuregui como es el patrón, llega con las frescas de las 11:00 horas a su área de labores y eso sí bien desayunado porque cotidianamente,  llega antes a  la que parece ser su oficina alterna, el restaurante Mitla también con ubicación de la calle Madero en pleno centro de la ciudad.

No es criticable que el señor desayune en ese tipo de lugares, pero el problema es que lo hace de manera habitual, por lo que de manera contradictoria prohíbe al personal salir a tomar sus alimentos, mientras él hace lo contrario.

Peor aún, que las personas quienes acuden a la dependencia a buscar al ombudsman que van desde las 8:00 horas que abre sus puertas la dependencia, tienen que esperar por lo menos tres horas para que llegue el titular y a ver si los quiere recibir, por aquello de que llega además a veces con mal humor el señor a atender los centenares de expedientes y  asuntos que tiene en su escritorio.

Acudimos a ustedes estimables representantes de los medios de comunicación porque reconocemos su calidad humana y su trabajo respetable, ejerciendo sin duda el periodismo de manera profesional.

Somos un grupo de trabajadores inconformes con el abogado Jesús Eduardo Martin Jáuregui  de quien pisotea y pasa por alto nuestros derechos, es por eso que buscamos su ayuda de manera desesperada.

No buscamos otro fin, sino que se sepa la verdad y las amenazas del comisionado estatal, ya que presume a cada instante su línea directa (vía telefónica) con el gobernador del estado, Carlos Lozano de la Torre, tampoco quisiéramos hacer comparación con el anterior titular Omar William López Ovalle, de quien también reconocemos tuvo muchos errores, así como aciertos, pero que al menos tenia congruencia en su decir y actuar.

Pero, lo que si queremos dejar en claro y que se sepa la verdad, es de la forma en como Martin Jáuregui mantiene una presión laborar del terror a sus trabajadores desde el pasado mes de enero en que fue nombrado presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.

Además de su desmedida sed de protagonismo del señor por querer aparecer y figurar  en los medios de comunicación, ya que sin que se le pida al más mínimo detalle de alguna información publicada y donde el cree que puede opinar de un tema, lo hace, dejando de lado su trabajo en la oficina y dedicándose a querer aparentar ser un líder de opinión cuando tiene un verdadero desastre en su oficina.

Qué triste señores y queremos que la opinión pública se entere de  que el abogado en su labor no es profesional y que deja mucho que desear, que no respeta sus horarios laborales, que no predique con el ejemplo como los verdaderos líderes, que pase por alto los derechos de las personas y el tiempo de quienes acuden a buscar una atención, que no hay eco en las respuesta a las peticiones que buscan las personas que acuden, a los trabajadores tampoco los respeta y de su trabajo ni hablamos pues arriba ya les compartimos a todos ustedes el verdadero desorden que trae el abogado.

Lastima que además el señor viva de pasiones reprimidas, de frustraciones y complejos, que sin duda lo vuelven un tipo desvergonzado, prepotente y ególatra.

Respetuosamente

Los empleados inconformes que tienen que soportar los desplantes del flamante “presidente de los Derechos Humanos en el Estado”.