Tarde me enteré de la maravillosa noticia
Treinta y tantos años después me vengo enterando por La Jornada Aguascalientes, edición del miércoles reciente, que al seno familiar original llegó otro sobrinito, al que sus padres bautizaron con el nombre de “Mario”, seguramente en mi honor, para agregarle más contenido calórico a mi obesa vanidad.
Como me enseñaron, desde que empecé a publicar en los diarios en 1978, que la consulta a la fuente original es el mejor camino para conocer la información precisa, pregunté a mi cuñada por el feliz aterrizaje a este planeta de “Mario Granados Corzo”. La respuesta de ella fue tan simple como dolorosa: “no hubo el mencionado nacimiento”, como se informa en la página 6, donde aparece la fotografía de Gustavo Granados Corzo con el nombre de “Mario Granados Corzo”. El líder estatal de la CNOP no recibió disculpa alguna por el remojo ni los lectores por el error.
El viernes 13, La Purísima… Grilla se convierte en la versión otoñal del “Blanco y negro”, el afamado baile de postín, al mezclar comentarios, suposiciones, conjeturas, adivinanzas del muy allá y lecturas encontradas a hechos ocurridos el día anterior.
Da cuenta, en forma elogiosa, de la comparecencia del titular de las finanzas estatales ante la LXII Legislatura, para darlo como el gran ganador de una pelea que nunca fue planteada como tal, porque el Congreso del Estado no es una arena boxística o una copia pirata de los repugnantes espectáculos ocurridos en la Cámara de Diputados federal, donde el diputeibol perredista Antonio García Cornejo, en calzones Calvin Klein, exhibió sus miserias; o la diputada del PRD, Karen Quiroga, sintiéndose la sucesora de MarianaLa Barby Juárez, golpeó el ojo a la diputada del PRI, Landy Berzunzan; o el cierre del salón de pleno para impedir el acceso a los legisladores a punto de sesionar, por parte de la turba militante del sol azteca.
A raíz de la comparecencia, La Impurísima destapa al funcionario estatal, “ganador de este round”, como aspirante a la alcaldía de Aguascalientes en provocador pero precipitado lance periodístico, cuando ni siquiera rinde protesta el Presidente Municipal 2014-2016; encarta al candidato priista derrotado ampliamente por Antonio Martín del Campo, por su llegada al “gabinete” del gobernador en calidad de “asesor” (quisieron decir coordinador de Asesores), tomando como base un “rumor”, el socorrido pirata de la información.
Les pone “orejas de burro” a los verdes diputados priistas, -en consonancia con aquella panista que les llamó “changos”- por sus “lamentables” intervenciones, aunque bien se cuida, con sobrada razón, de excluir de la zoología legislativa al coordinador del Grupo Parlamentario del PRI-PVEM (GPPRI-PVEM); cuestiona el “elogio abierto” utilizado por los legisladores priistas durante la presentación funcionario priista, mal suponiendo que es más honesta la simulación, pero desestimando la máxima de Norberto Bobbio, el politólogo italiano: “Nunca hables mal de ti, que para eso están los demás”.
En algo que pareciera ser un signo del período constitucional que se agota, la columna afirma que dos diputados, muy cercanos ex colaboradores de La Nueva Política, le echaron “mucha crema a sus tacos” y adornaron su participación con “rebuscadas” palabras -como si éstas fueran esferitas navideñas de la mejor artesanía mexiquense, agrego-, cuando sucedió todo lo contrario: sus intervenciones rayaron en la llanura y en la falta de contundencia para rebatir los punzantes argumentos de los opositores al régimen.
Es cierto, como señala La (Im)Purísima… Grilla, la “escuelita” del GPPRI-PVEM debe mejorar sustancialmente su nivel, al margen de que esté transitando por la curva de aprendizaje del proceso legislativo, que nada tiene que ver con los conocimientos acumulados de los temas a revisar, a través del estudio, investigación, análisis y consulta de la erudición ajena, para situarse a la altura del bagaje profesional del líder del Grupo Parlamentario, político pensante y experimentado, quien puede llegar a ser un pastor de ovejas deambulando por la serrana mediocridad y la supina ignorancia.
También es válida la exacta reflexión de Héctor Aguilar Camín, respecto al género preferido de políticos y diarioadictos: “Los editores han añadido en los últimos años las columnas sin firma de la casa dedicar a circular noticias sin fuente, chismes, rumores, trascendidos. Las columnas de la casa son un éxito entre el público devoto del diarismo como secreto descubierto, como acontecimiento anticipado, como complicidad de conocedores” (Milenio, 14/6/2007).
La Jornada defeña le concede la razón periodista, escritor e historiador, al omitir la “columna de la casa”; en su lugar publica el editorial para fijar su posición del acontecer diario.
Por esa y otras razones, cada semana ofrezco mi firma en el Vale al Paraíso. Me tranquiliza afrontar cara a cara la narrativa de los hechos, las opiniones externadas, mis filias y fobias conceptuales, nada personales, en el mapa del periodismo siempre subjetivo. La envalentonada penumbra me causa asquito.
Es momento de hacer a un lado la cómoda posición que se asume en esta profesión, cuando los medios guardan la crítica de su propio trabajo -la autocrítica pues- para convertirse en garantes de los cuestionamientos al proceder ajeno, en algo así como luminarias de la parroquia con focos fundidos en casa.
Porque alguien tiene que escribirlo: El miércoles próximo es Navidad. El siguiente Año Nuevo. Les deseo momentos de felicidad en compañía de sus seres queridos y mucha salud para 2014. Nos encontraremos el próximo 8 de enero, si la vida y la directiva jornalera lo permiten después de leer estas líneas.
Por: Mario Granados
marigra@terra.com.mx