Avanza investigación contra la venta apócrifa de medicamento contra el cancer en Aguascalientes
Aguascalientes, Noviembre 21 (2021).- La Fiscalía General del Estado (FGE) avanza en la investigación en torno al fallecimiento de un hombre enfermo de cáncer y que según denunciaron sus familiares, su deceso se originó por el suministró de medicamento apócrifo, por lo que ahora piden se castigue con todo el peso de la Ley como corresponde a todos aquellos responsables que de manera directa o indirecta fueron parte de esta cadena de mala atención hacia quien al parecer, tampoco se le mitigó el dolor que le provocaba su padecimiento crónico.
El Fiscal General, Jesús Figueroa Ortega, refirió que este tipo de casos y denuncias son poco comunes que se presenten ante la instancia que él encabeza, pues si bien, ha habido asuntos en contra de lo que se presume un mal procedimiento médico, el que ahora se presenta por el suministro de medicamento presuntamente falso, no es habitual.
Por lo que en caso de determinar alguna responsabilidad criminal en este caso, exigirá una sanción ejemplar a todos los que resulten responsables, porque no se debe permitir que este tipo de actos tan inhumanos se lleven a cabo y menos con consecuencias fatales.
Días atrás, familiares de Julio Rea Lugo, dieron a conocer a Alchileaguascalientes la denuncia presentada ante la FGE en contra de quien resulte responsable, abriéndose la carpeta de investigación CI/AGS/15463/07-21 y quisieron hacerlo público en reconocimiento al trabajo de la Fiscalía que ha avanzado en su investigación, pues logró identificar el laboratorio de los medicamentos presuntamente apócrifos que le fueron suministrados al familiar y que le fueron entregados, aseguran, por la aseguradora con la que tenía el contrato de una fianza por Gastos Médicos, La Latino, Seguros S.A.
En su denuncia dieron a conocer que los medicamentos aplicados fueron Opdivo (Nivolumab) y Yervoy (Ipilimumab) del laboratorio Bristol Myers Squibb, logrando saber ellos que su gerente en México es Sandra Lucía Ramírez Aterhortúa y el gerente general doctor Giovanni Caforio, que podrían ser llamados a declarar en torno a este caso.
Sobre el punto, el Fiscal Figueroa Ortega indicó que la investigación continúa y el primer paso es verificar mediante un examen si el medicamento suministrado realmente era para atender el cáncer del paciente y si realmente se trataba de un biológico, que no estuviera caduco y en el peor de los casos que fuera apócrifo.
“Estamos pidiendo la colaboración a la Ciudad de México, porque es allí donde están los laboratorios -del medicamento en cuestión-, que podrán decir si existieron lotes de ese medicamento, no es que no le crea a la familia, pero necesitamos probarlo, porque entre lo que se dice y se comprueba, puede haber muchas variantes”.
Mientras tanto, se está solicitando la colaboración del laboratorio, con información documental y que el Laboratorio indique si es que allí fue donde se vendió el medicamento al que se ha hecho referencia y también verificar que fuera para el tratamiento en este caso, para el cáncer y si no estaba caduco de ser el caso.
Indicó que con la información que dé el laboratorio, se podrá dar respuesta a la familia o bien, aplicar la sanción a quien tenga que hacerse responsable de este caso, considerando que es una cadena que debe ser investigada, no sólo el laboratorio del que salió el medicamento, también quien lo compró para luego ponerlo en manos de quien lo recibiría para suministrarlo, pero “partimos primero si era medicamento, si estaba vigente y si era idóneo para el paciente con cáncer, como primer paso, si ellos dicen que no vendieron el medicamento tendremos que seguir otra línea de investigación”.
Por lo que respecta a los familiares de Julio Rea, están al tanto del trabajo de la FGE y dispuestos a colaborar en lo que sea su competencia, para que los responsables de falsificar medicamento, como ellos presumen, el que se le pudo haber suministrado a su ser querido, sean castigados de manera ejemplar y no haya más víctimas de hechos inhumanos de esa naturaleza, pues “no puede ser posible que delincuentes encuentren nicho de oportunidad para falsificar medicamentos supuestamente de última generación y que por su alto precio, mucha gente no tiene acceso” y optan por comprar aparentemente barato lo que podría no ser realmente un biológico curativo o paliativo.