2 de octubre no se olvida
“La tragedia de la vida es lo que dejamos morir dentro nuestro mientras vivamos”
Tal parece que el dos de octubre si ha pasado al olvido de la gente en su generalidad, los años pasan, los días se gastan y las memorias se gastan en momentos que ya no llegaran, en el firme recuerdo de héroes anónimos que levantaron su voz y su voluntad con la gloriosa primicia de que ningún ser humano debe doblar la rodilla ante ningún mortal solo ante el eterno.
El régimen de ese entonces encabezado por Díaz Ordaz, mantenía el poder por medio de la opresión, por medio de terror y la amenaza, contra quien fuese que representara una opinión distinta al criterio propio, un claro ejemplo fue la presión y la poca educación que mostraron ante el gran periodista Julio Sherer.
El contexto y la referencia de lo que sucedía en el mundo en el año de 1968, tiene como principal característica a los movimientos sociales, en México tuvo su esencia a partir de la iniciativa de los jóvenes que buscaban la democratización de un Estado al que se le definía como un régimen gerontocrático e intolerante.
Sin duda alguna la crueldad con que fue planeada esta aberrante acción y del modo tan atroz en cómo se consumó, deja un precedente histórico. La misma doctrina militar inoculó la idea de que los manifestantes eran traidores a la patria, ( ellos tenían fe en sus ideales y levantaban la voz, como cualquier nacionalista ante una injusticia).
Palabras más, palabras menos fue terrorismos de Estado, de un estado que fue guiado por el objetivo estratégico de mantener incólume un sistema de denominación y hegemonía ideológica y política. Por esta razón en la sentencia definitiva dictada casi 40 año después por el Poder Judicial de la Federación se estableció que se trató de un genocidio en los términos del artículo 149bis del Código Penal Federal y de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, pues el inefable baño de sangre fue ejecutado con el deliberado propósito de exterminar al grupo nacional opositor aglutinado en el Consejo Nacional de huelga.
Dentro de las doctrinas más radicales y en las aulas milicianas tiene que reflejarse la verdad inconmovible de esta tragedia, del mismo modo se debe esparcir por todo el mundo , en los libros de texto e incluso en las mismas obras de arte que es preciso romper los lazos y los nudos de la complicidad de todo gobierno corruptor y dictatorial, que se engrandezcan los conceptos de tolerancia y de la valentía en memoria de los héroes anónimos, para los creyentes es probable que esperen Diaz Ordaz este en el último infierno de Dante a un lado de Bruto y de Casio y que tenga miedo de ser víctima de la misma traición.
El 2 de octubre no se debe de olvidar se debe de llevar en la mente y en los corazones de todas las personas que creen en la libertad, en la igualdad y en la fraternidad.