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Las encuestas y la realidad

“Uno de los mayores males del siglo XXI es la especulación”: George Soros

Es muy común que los nuevos tiempos demanden mayor énfasis en la implementación de metodologías que permitan hacer más efectivas las acciones y del mismo modo tener parámetros de medición más exactos. La política es un ejercicio en el que el pragmatismo invade y sobrepasa los elementos que comúnmente son establecidos de una manera natural y sobre entendida. La política carece de muchas lógicas y sobrevive de muchas prácticas. No es que exista una relación estrecha en lo que se plasma como una teoría y lo que resulta realidad en el ejercicio político.

El diccionario define la palabra encuesta del siguiente modo: “una encuesta es un procedimiento dentro de los diseños de una investigación descriptiva en el que el investigador recopila datos mediante un cuestionario previamente diseñado, sin modificar el entorno ni el fenómeno donde se recoge la información ya sea para entregarlo en forma de tríptico, gráfica o tabla”.

Muchos consultores políticos de todo el mundo ya definen a las encuestas como instrumentos de manipulación masiva. Es decir; la percepción es poder, la percepción también es realidad.

Por ejemplo: si en un lugar toda la gente piensa que va a ganar un candidato, de cierto modo se crea una influencia que comienza a generar perspectiva y una tendencia sobre las personas que viven en ese lugar, de tal modo de que sin que sea cierto, el hecho de que una persona influya en una comunidad por una cuestión teórica finalmente
comienza a traducirse en una intención de voto, a casi nadie le gusta apoyar a quien en teoría va a perder.

Otro modo extraordinario de entender lo referido es la paradoja del gato de Schrödinger o paradoja de Schrödinger, que es un experimento imaginario, diseñado por Erwin Schrödinger para exponer uno de los aspectos más extraños, de la mecánica cuántica.

Supongamos un sistema formado por una caja cerrada y opaca que contiene un gato, una botella de gas venenoso, una partícula radiactiva con un 50% de probabilidades de desintegrarse y un dispositivo tal que, si la partícula se desintegra, se rompe la botella y el gato muere. Al depender todo el sistema del estado final de un único átomo que actúa según la mecánica cuántica, tanto la partícula como el gato forman parte de un sistema sometido a una probabilidad que parte de la especulación.

Siguiendo la interpretación de Copenhague, mientras no abramos la caja, el gato está en un estado tal que está vivo y muerto a la vez. En el momento en que abramos la caja, la sola acción de observar al gato modifica su estado, haciendo que pase a estar solamente vivo, o solamente muerto, sin duda alguna una cuestión de enfoques.

Las personas que están detrás de las encuestas, es decir quienes las aplican y quienes las promueven entienden perfectamente el tipo de impacto que pueden generar, de tal modo que se comienza a tergiversar la opinión pública y la dinámica social de percepción.

Del mismo modo hay quienes utilizan las encuestas de un modo responsable y lo utilizan como sistema para medir parámetros y tomar decisiones. La retórica más exacta ante la incertidumbre de las teorías son los números. De tal modo que con los resultados que se obtienen se tiene la posibilidad de tomar decisiones basadas en acontecimientos plasmados por una metodología científica.

Finalmente todo ya está relacionado con la mercadotecnia, y en esta materia las encuestas y los estudios de mercado son el antecedente para la generación de estrategias.

Considero que el punto más importante de estas palabras, es poder tener un criterio que parta del análisis y no sea manipulado.

Aunque la política es un ejercicio de teoría y de práctica, su alcance involucra a toda una sociedad, involucra a todo un país. No se puede actuar o tomar decisiones que condenen al futuro por una simple inercia social, hay que ver que es lo que se dice, quien lo dice y pensar porque lo dice.

“La verdad nos hará libres”

IN SILENTIO MEI VERBA.