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Las mujeres en el siglo XXI

“Las mujeres no luchan contra la violencia, sino que trabajan por la paz”: Marcela Legarde

El mundo no es el mismo, los ritmos y demandas sociales exclaman contextos distintos, refieren nuevos métodos de evolución, también invitan a una apertura mental y a destrabar los viejos dogmas impuestos por los ambiciosos y aquellos dominadores de poder, nuestro mundo dista mucho de lo que era antes pero del mismo modo dista mucho de lo que debe ser.

No se puede entender a la historia de la humanidad sin el papel trascendental de las mujeres, las ideas en materia animada o inanimada son abstracciones del entendimiento que debe ir reconstruyéndose día a día, sin embargo hay una lucha muy presente que no puede quedar en él sofisma de lo ajeno, me refiero al contexto de las mujeres en contexto del siglo XXI.

Verdaderamente hay una distancia muy palpable en cuanto a justicia, equidad, igualdad y también libertad se refiere.

“La gran inspiración del hombres es el amor por una mujer”

Como contexto en nuestro país se puede mencionar que en nuestro país el Instituto de la Mujer desde su creación ha venido elaborando y poniendo en práctica los Planes de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres (PIOM), desde los que también se propugnan medidas tendientes a favorecer el acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo en los distintos sectores.

Asimismo, desde el Gobierno se están tomando numerosas acciones en esta línea. Una prueba de ello es la reforma legislativa de la enseñanza universitaria implementada en 2006, en la que se incluyen medidas como la no discriminación de sexo en la representación de las comisiones y en los cargos universitarios, o la

Ley Orgánica 3/2007, de 22 de Marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, cuya mayor novedad radica en la prevención de conductas discriminatorias y en la previsión de políticas activas para hacer efectivo el principio de igualdad.

Sin embargo existen grandes áreas de oportunidad, en el pasado se le catalogaba de uno modo estoico e ignorante a la mujer como el “sexo débil” claro cuando la medida era la fuerza bruta, las mujeres han dado cátedra de valentía, de inteligencia, de perseverancia y de constancia. En un país como México, en donde existen aproximadamente 61 millones de mujeres (datos INEGI) es más que claro que el sustento moral y existencial de la mayoría de los hogares de este país son las mujeres. Bien se dice que las mujeres pueden hacer varias cosas al mismo tiempo, sin duda alguna son asesoras, empresarias, idealistas, profesionistas, especialistas en el cuidado de los niños, escritoras, periodistas, políticas, maestras y no me alcanzarían las palabras para poder hacer mención de la cantidad de cosas que hacen y que las hacen motivadas por la convicción y el corazón.

“La esperanza no se da, la esperanza se motiva”

A pesar de su desventaja en cuanto al contexto refiere, la mujer ha marcado la pauta en este siglo XXI, su papel en la política es un precedente de lo que será el futuro, las causas sociales son encabezadas por mujeres ejemplo que luchan en la ausencia de hombres perdidos en el pasado, en el ámbito empresarial son ejemplo de la eficiencia y del compromiso por el desarrollo. Basta con mencionar a mujeres ejemplos de todos los tiempos como: Michel Bachelet, Juana de Arco, Emilia Pardo, Frida Kahlo, Teresa de Calcuta, Rigoberta Menchu, Indira Gandhi, Evita Perón, Madona, Marcela Lagarde, Isabel Allende y muchas y muchas más.

“La verdadera igualdad significa que todos rindan cuentas de la misma manera, sin importar la raza, género, fe, origen étnico ideología política” Monica Crowley.

Las mujeres del siglo XXI son atrevidas, les gustan las cosas directas, están enfocadas en estar en paz consigo mismas, se autodefinen en conceptos elevados y también congelan infiernos con sus miradas.

Son independientes, aguerridas y muy preparadas, son el equilibrio en ascenso que demanda la igualdad.

La frase ya no es “detrás de todo gran hombre hay una gran mujer” la frase es “delante de un hombre hay una gran mujer”.

Tengo la dicha de haber crecido con el ejemplo de una mujer forjada en el esfuerzo, inspirada en la vida, templada en la adversidad y renacida en la virtud, mi querida madres es el símbolo de constancia y de lucha que ha marcado mi vida y me queda claro que en cada lugar hay una mujer dando lo mejor de sí, que las letras lleven a la reflexión sobre su papel, sobres su alcance, sobre su capacidad, el mundo será un lugar más justo y más digno cuando los hombres den su lugar y su momento a las mujeres, solo y solo entonces trascenderemos, evolucionaremos y daremos referencia ínclita al pasado, a las mujeres no hay que entenderlas, hay que amarlas y admirarlas.