Opiniones Portada rotador 

Los usurpadores de la izquierda

“El poder se toma con la izquierda y se ejecuta con la derecha”.

Se entiende por izquierda y tiene su origen en el triunfo de la Revolución Francesa, el sector de los jacobinos que fue el más radical con la monarquía recién derrocada y siempre se ubicó del lado izquierdo dentro del Parlamento francés, de ahí el origen de izquierda, que desde entonces se le ubica como aquel grupo político que defiende los intereses populares o del pueblo. 
Al paso del tiempo y con la aparición del marxismo y de las organizaciones políticas obreras, la izquierda se definía como aquel grupo político que representa los intereses inmediatos e históricos de la clase obrera o de los trabajadores.

Muy distante de la convergencia dogmática que verdaderamente enarbola y engrandece los conceptos esenciales de la izquierda emanada de la revolución francesa ya citada y de algunos idealistas que le dieron sustento moral y de congruencia, en el mundo se han presentado líderes que hacen uso de estos conceptos y del mismo modo de las palabras elocuentes y provocadoras que expresaba Carl Marx en el manifiesto comunista en sus últimas páginas.

Es muy natural que la juventud tienda o sea atraída por los conceptos y los movimientos de izquierda, del mismo modo en el sector de los intelectuales hay un gusto nato por la teoría de esta postura política que engloba tanto cuestiones de estado como de economía, de política y de un sentir social que une a los inconformes, radicales y a aquellos sectores que han sido vulnerados y sometidos por las inercias gerontocráticas.

Bien se dice que “el poder corrompe y que el poder absoluto corrompe de manera absoluta” en muchos de los casos cuando los líderes de izquierda logran derrocar a los sistemas y grupos de poder establecidos, primeramente existe una gran expectativa social, propia de un deslinde social de responsabilidades y que los grupos de poder aprovechan para lucrar con esa necesidad, posteriormente ya establecidos generalmente comienzan con la indolencia que lastima al espíritu social y que desprende el desequilibrio en una ambiente cárdeno y gris.

“Las ideas de izquierda engendran las revoluciones, las revoluciones engendran las ideas de derecha”. NICOLAS GOMEZ.

En Latinoamérica esto es una realidad, una realidad dura y severa, en donde se deposita esa confianza en las promesas populistas, solo basta con ver a Venezuela, un país cuya dictadura debe ser expulsada de las organizaciones de América Latina. Su gran lacerante líder Nicolás Maduro, es el más claro ejemplo de la intolerancia y de lo que no debe de hacer un gobernante.

Los procesos políticos son cíclicos, tarde o temprano las izquierdas llegan al poder y viceversa, la teoría comunista no era una amenaza, era una posibilidad, la circunstancia de la izquierda llega a todo el mundo, desde Holanda hasta Brasil, es natural.

Los usurpadores de la izquierda son aquellos políticos que en su ambición desmedida los hace degenerar los discursos idealistas en meras palabras al aire, los hace enterrar en la tierra prohibida la esperanza del equilibrio social, los usurpadores de la izquierda se hacen pasar por mesías, como característica única critican siempre al gobierno establecido, pero no hacen nada en específico, son lo que hablan de ideas que suenan magnificas y que tienen la esencia de ser seda y que en la realidad son falaces como un león vegetariano, comúnmente se cambian de un partido a otro y también visten con trajes hechos en Savile Row.

“Tuvo la habilidad de ser el primero que llamó a la izquierda, enemiga de la democracia, sin sospechar que años después ése sería el lema de la dictadura.” ISABEL ALLENDE.