Opiniones Portada rotador 

El reinado del Patronato de la Feria de San Marcos

Desde hace algunos trienios, cuando se hicieron a un lado las buenas maneras y se perdió el sentido de la ubicación, el presidente en turno del Patronato de la Feria de San Marcos pretende que las casi cincuenta hectáreas de perímetro ferial se conviertan en su municipio dentro de otro municipio, como si aquel fuera el poderoso Vaticano y éste la bella Italia, o en algún evento independiente, como los quince años de Rubí.

José Ángel González Serna, no es la excepción.

Atropellando las formas que en política son fondo, Paquín decidió —sin ser parte de sus facultades, que son exclusivas del ayuntamiento capitalino— darle principio y fin a la verbena abrileña 2017, al declarar de manera plenipotenciaria que iniciaría el sábado 15 de abril y concluiría el domingo 7 de mayo.

Debajo del desproporcionado acelere y la evidente prepotencia se esconde una prematura aspiración: insiste en ser candidato a un cargo de elección popular utilizando el changarro público, denunció regidor el Netzahualcóyotl Ventura Anaya, pero el funcionario negó sus intenciones electoreras.

Para colmar sus ambiciones, Paquín, en primer lugar, debería dar cabal cumplimiento a las facultades que la ley del Patronato le concede en el inciso I del artículo 10: “Organizar cada año la Feria Nacional de San Marcos y ejecutar el programa general de festejos, cuidando en todo el prestigio y las buenas costumbres del Estado, para lo cual restringirá la venta exclusiva de bebidas embriagantes y dará prioridad al fomento de nuestras tradiciones culturales”.

Y, en segundo lugar, el trono, el cetro y la corona del Patronato le obligan a considerar que el minúsculo y temporal reinado requieren de atención seria, profesional, de tiempo completo, porque el “nuevo titular del patronato de la Feria de San Marcos llegó, tomó el cargo y se fue de vacaciones”, después de tres semanas de trabajo, destacó el titular de «Metropolitano» en línea, el primer día de este año.

El mejor ejemplo de su morosidad es que tarde pero sin sueño, González Serna renunció, finalmente, al inútil jefe de prensa del Patronato, Carlos Espinoza Yuen, que apenas había nombrado en diciembre pasado.

En la sesión ordinaria del Cabildo de Aguascalientes, celebrada el reciente lunes 13, la regidora Jennifer Kristel Parra Salas se opuso —con una buena dosis de ingenioso sarcasmo—, a que la Presidencia Municipal de la capital “dejará de ser autoridad para convertirse por obra y gracia de una supuesta ley, en una prestadora de servicios bajo las órdenes del Patrono José Ángel González Serna, que como médico veterinario más haría por Aguascalientes en estar de guardia en la Exposición Ganadera cuidando la salud de bovinos, caprinos y porcinos, éstos últimos mejor conocidos como puercos, cochinos y marranos”.

Más adelante, la representante popular emanada de Morena —nieta destacada de AMLOVE, pues— dejó en claro que la residencia donde se celebra la etílica fiesta tiene propietario, nombre y apellido, y no es el empleado doméstico o la «Chacha» de ningún órgano descentralizado estatal.

Es inadmisible que un Patronato espurio someta al Municipio de Aguascalientes, “a obligaciones absurdas, contrarias” a los artículos 27, 46, 115 y 117 de la Constitución General de la República, agregó la regidora Parra Salas.

Las cuentas claras, el chocolate espeso y un informe honesto de las millonarias ganancias obtenidas durante la Feria, es lo menos que se merece el contribuyente de Aguascalientes, que con sus impuestos está financiando la verbena abrileña, a través de los servicios públicos municipales pagaderos en dos cómodas y lejanas mensualidades, sin intereses, como si fuera la Gran Barata de Liverpool.

Ahora, «Paquín» tiene la oportunidad de acabar con la discrecionalidad, abolir la opacidad y transparentar a cabalidad los ingresos y egresos generados durante la Feria Nacional de San Marcos 2017, tal y como él lo demandó cuando estaba en las mullidas alfombras de la iniciativa privada y en la diputación local, desde donde usaba las rasposas lijas de la oposición para cuestionar al gobierno en turno sobre este tema. Ya se verá la talla y el peso de su congruencia, valor, por cierto, desconocido entre gobernantes y políticos.

Porque alguien tiene que escribirlo: La jefa de familia se cayó de las escaleras. Llega a Urgencias del Inseguro Social (IMSS). La atienden de su pierna izquierda. Le colocan una férula y le entregan la incapacidad por 21 días.

Siete días después acude a la Unidad de Medicina Familiar número 10, donde es atendida por la supuesta doctora Ana Laura Domínguez Silva (cédula profesional 8873983), quien decide quitarle la férula, contradiciendo la decisión médica del personal de Urgencias, y le disminuye los días de incapacidad a nueves días.

El problema en la pierna se agrava. La profesionista regresa a la Unidad de Medicina Familiar 10. El doctor que la atiende reconoce que su colega Domínguez Silva, localizable en el módulo de esguinces, cometió un error imperdonable. Y le pone nuevamente la férula.

La historia es tan vieja como la discapacidad del Inseguro Social para otorgar servicios médicos que se distingan por su calidad, rapidez y calidez.

Antes de acudir al IMSS la derechohabiencia debe rezarle al señor Judas Tadeo, el santo de las causas difíciles y desesperadas, porque la institución es un verdadero desastre, después de once años de estar al frente de la delegación Aguascalientes Diego Martínez Parra.

marigra1954@gmail.com