Apartheid Electoral

Ya es tiempo que lo mediático no haga daño ala política y a las acciones de gobierno. Esa responsabilidad es algo que la prensa debe asumir como esfera de la democracia que es, la información debe hacer la noticia, más allá de una sola fuente. Simulación, transmisión indiscriminada de imágenes, hiper-realidad, nos ha dado una verdad que es una ilusión, una falaz percepción de la realidad, dígame Usted si no: la “adoración a los famosos”, “el chisme”, “el sensacionalismo”, “controversias manufacturadas”.

En las instituciones electorales la tarea no se agota con los cambios normativos, se tienen muchas asignaturas pendientes, amen de las que devengan de las reformas secundarias electorales a que se comprometió el Legislador mexicano. La agenda del procedimiento no se agota en una circunstancia, por la razón de que en lo electoral es la circunstancia misma, llena de acontecimientos y devenir; de sinergias y propósitos; de impulsos y argumentos. De 1991 hasta 2014 los procesos electorales federales y locales han propiciado una experiencia acumulada en el Servicio Profesional Electoral,requiere pues una valoración más amplia y justa. La discriminación de que es objeto por parte del todavía sistema de partidos es injusta, ilegal, excluyente, indigna de un Estado democrático de Derecho, no pueden postular para integrarse al Consejo General del INE. Todo indica que se requieren “blancos y barbados” para dirigir una institución esencial de la República.Ignoraron que en cada etapa de la vida del Servicio Profesional Electoral está su origen, crecimiento y desarrollo.La riqueza de este cuerpo de profesionales está en las cualidades y valores que lo definen: un desarrollo profesional incuestionable, garantía ética de los principios que rigen la materia electoral; su moral pública, la realidad el principio jurídico-político “a un ciudadano un voto”.

El Derecho es el eje de los comportamientos, en la norma se encuentran las avenidas que conducen a la reivindicación de las soluciones a los conflictos a través de procedimientos cordiales de arbitraje. El reconocimiento del Otro y de sí mismo en su dignidad reclama como principio básico: “no dañes a nadie” clave de Ulpiano en su Corpus Iuris Civiles, para una convivencia humana excelente. Requerimos un reconocimiento recíproco en la forma de la dignidad que exige considerar a los miembros del Servicio Profesional Electoral como fin positivo de las actividades profesionales que desarrollan. Se trata de empoderar, potenciarlos en sus capacidades.

Un consejo para el legislador que busca soluciones, es el de las razones de una ética cordial que integre una política interna auténtica que se refiera a la verdad como correspondiente al concepto, es decir, dignidad de los órganos desconcentrados y a su igual valor.Ello alienta justicia, libertad, solidaridad, respeto activo a las posiciones que atienden en la estructura y las distintas de la propia. Esta reflexión pretende valer en forma intersubjetiva para la vida cotidiana, intentades­cubrir creativamenteen la convivencia ordinaria y en el diálogo una ética intersubjetiva, la razón es simple,la justicia exige intersubjetividad para descubrir el capital ético de la comunidad pertinente de lo electoral, ello no consiste en levantar acta de lo que hay, como si la ética tuviera que asumir el papel del notario y limitarse a dar fe, sino que requiere practicar el ejercicio de la reflexión y el discernimiento. Ello sólo puede hacerse atendiendo a los procedimientos por los que se legitiman las normas con las que se organiza nues­tra vida institucional y profesional.

Las normasson algo tan sencillo y necesario como las expectativas recíprocas de comportamiento que nos permiten llevar adelante aquello que nos proponemos; pueden ser justas o injustas, y esta es una cuestión clave para la convivencia. La ética es un metalenguaje, a fin de cuentas, y no puede suplantar la vida corrien­te, en la que los miembros del Servicio deben ser los protagonistas. Pero lo que sí puede y debe hacer la ética del Legislador es intentar descubrir los procedimien­tos racionales que permiten tomar decisiones sobre la justicia de las normas. Una ética que descubra las condiciones que le dan sentido, como es el caso del reconocimiento recíproco como interlocutores válidos.Las instituciones electorales tienen una tarea y una ruta en la que no cabe la palabra declinar, quees un verbo activo y transitivo. Requiere razones fuertes que surjan de una razón cordial.Si logran esclarecer la naturaleza de esos vínculos,habrán descubierto, (creo)los fundamentos de lo moral.Tenemos dos niveles de lenguaje distinto: el nivel de la vida cotidiana, y el nivel de la ética, que aclara en qué consiste ese fenómeno de la vida moral, encarnado en la vida cotidiana. Es preciso adoptar un punto de vista imparcial (Moralidad), que va más allá de los con­textos y situaciones y permite juzgar universalmente. La Reforma 2007-2008 ya había cancelado el Derecho de los servidores profesionales electorales, ahora se confirma, que lamentable.

Por: Ignacio Ruelas