Un próspero 2014

Queridos amigos…

Pareciera hoy que la mayoría de la gente preferimos vernos bien y descuidamos el contenido. El mercado está mucho más orientado a lo frívolo y lo próximo que a lo verdaderamente trascendental. Resulta paradójico que mientras más crece la expectativa de vida de los humanos, más nos atrae lo que se puede lograr en el corto plazo.

Es lamentable constatar lo poco que nos ocupa cualquier cosa que requiera esfuerzo y dedicación más allá del inmediato. El “aquí y el ahora” pasó a transformarse en el “ya” y en el “a como dé lugar”. Salvo la salud y el amor, son muy escasas las cosas que los seres humanos consideramos fuera del ámbito de lo que puede comprarse. La creación de belleza, de riqueza y de valor hoy son delegadas —casi totalmente— al capricho y potestad del dinero. Tal vez por eso el mundo de nuestros días está como está.

Van aquí algunas reflexiones que pueden ser deseos o anhelos de nuestros padres, cónyuge, hijos, familiares.

Amigos, para el 2014 que inicia el próximo miércoles: Observa el amanecer por lo menos una vez al año. Estrecha la mano con firmeza y mira a la gente, de frente a los ojos. Acompáñate de música. Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa. Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.

No existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. Recuerda que es más lo que se logra de las personas por medio del estímulo que a través del reproche. Para bien o para mal, cumple lo que prometes. Muestra respeto y consideración por las personas que hacen el trabajo más pesado. Haz lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen y hagan. Dale la mano a tu hijo cada vez que tengas oportunidad, que llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.

Aprende a mirar a la gente desde sus ojos y no desde los tuyos. Descubre la alegría de ser útil a los demás; que el que no vive para servir, no sirve para vivir. Acude a tus compromisos a tiempo; la puntualidad es una bonita forma de mostrar respeto. Confía en Dios, pero cierra tu casa con llave. Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también el gran riesgo. No confundas riqueza con éxito. Aprende el arte de reírte de tus defectos, eso te hará muy atractivo.

No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices. No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene. Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él. Cuando necesites un consejo profesional pídelo a profesionales, no a tus amigos. Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad rinde al talento.
Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles. La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo; son personas que disfrutan al máximo de todo lo que tienen. Sonríe hasta cuando hables por teléfono; muy pocas almas se resisten a una sonrisa. Una buena conversación debe agotar el tema, no al interlocutor. El éxito consiste en pasar de un fracaso a otro sin perder la esperanza. Ejercita constantemente la disciplina; ésa es la herramienta más poderosa del mundo.

Mi anhelo, que Dios nos guarde y nos haga cada vez más capaces de amar.

Con mi amistad y gratitud para todos ustedes !Feliz Año nuevo!

Por: Gilberto Alaníz de León

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