Opiniones 

Los Cachorros de la Revolución / Vale al Paraíso

Les distingue el linaje. La estirpe de la Revolución. Nacieron en cuna de latón. Los arroparon con las mejores sedas. Están bordados a mano. Con hilo de oro.

Todavía tienen la leche en la comisura de los labios. Dan sus primeros pasos. Apenas gatean. Pero la ambición los seduce. Quieren correr. Subir por el elevador. Es otra plaga de la política, tan vieja y tan “renovada”, como la misma política mexicana.

El periodista Joaquín López-Dóriga en su texto Otra Cámara “junior”, exhibe a los hijos del poder, que junto con los Chapulines y las Chapulines, oprimen los resortes necesarios para satisfacer desmedidos apetitos personales:

“Una vez, hace algunos años, el licenciado Miguel Alemán Velasco me contó que estaba por casarse con Christiane Martel, pero que su papá, el ex presidente Miguel Alemán Valdés, no quería y le dijo que, de hacerlo, no sería en su casa.

Miguel, enamorado perdido, le pensó y pidió una cita con el presidente Adolfo López Mateos, a principios de 1961, al que conocía y lo recibió.

–¿Qué pasó Miguelito? -le saludó-. ¿Tú también quieres ser diputado como todos los hijos de mis amigos por decisión de sus papás…?

–No, señor presidente -le contestó-, yo no quiero ser candidato, quiero casarme y que usted sea mi testigo para que mi papá, que no quiere, asista. Si va usted, él irá.

–¡No me digas! -dijo López Mateos, asombrado de que no quisiera ser diputado.

–Sí, y tampoco quiere que me case en su casa -la de entonces Fundición, sede hoy de la fundación que lleva su nombre.

–Pues hecho. No sólo seré tu testigo, sino que te vas a casar en mi casa -la de avenida San Jerónimo que usó como residencia presidencial, pues nunca se cambió a Los Pinos.

–Pero te voy a pedir una cosa: al salir declara a los reporteros que no quieres ser candidato a diputado, que los hijos de los políticos no deben serlo sólo por ser hijos de sus papás.

–Sí, señor presidente.

–Y es que con tantos hijos, ésta, en lugar de ser Cámara de Diputados va a ser la Cámara junior -le dijo con su sentido realista del humor.”

Miguel salió y declaró lo acordado con López Mateos sobre los juniors, escenario que hoy, más de medio siglo después, se repite en la nominación de candidatos a diputados del PRI, donde hay hijos, hijas, yernos, cuñados y demás parentela por ese solo hecho: ser parientes.

Por cierto, el 21 de marzo de 1961, Miguel se casó con Christiane, con asistencia de sus papás, el presidente López Mateos fue testigo de honor y 54 años después sigue felizmente casado.

Y mantuvo su palabra: no entró a la política hasta la muerte de don Miguel, en mayo de 1983. Fue senador y gobernador de Veracruz (Milenio Diario, 05/02/15).

Esta ventajosa forma de escalar la cúspide, degrada la política, ofende a la militancia partidista y desilusiona a los aspirantes a políticos, porque impide el desarrollo y crecimiento de nuevos cuadros que viene empujando a la rancia clase del siglo antepasado. Pero como bien dijera D. Jesús Reyes Heroles, “En política, lo que por el elevador sube, por el elevador baja”.

Los Hijos de la Talacha, sin padres influyentes y todopoderosos, hacen camino al andar. A ras de suelo, en la brega diaria, desgastan la suela de sus zapatos. Van cosechando imperceptibles resultados, de alto valor para su organización. Su fuerza, única y transparente, se sustenta en el trabajo apasionado, en el gozo íntimo del deber cumplido.

¿Los tiempos y las decisiones del presidente López Mateos serán los momentos y las determinaciones del presidente Peña Nieto? Ojalá por la buena salud de la hoy política maloliente.

Porque alguien tiene que escribirlo: Los partidos políticos representados en los órganos públicos colegiados (Congreso del Estado y Ayuntamiento de Aguascalientes) están cortados por la misma tijera.

Los diputados del PAN pretenden clavan en la cruz de madera -de roble para aguantar el peso, el político, claro- a Miguel Ángel Nájera Herrera, su secretario general, en algo así como la anticipada representación de la Semana Santa legislativa. Los del PRI impiden la masacre en votación económica. Y los panistas se dicen mayoriteados.

A su vez, los regidores de oposición en el Cabildo de la capital quieren llevan a la piedra de los sacrificios a Manuel Cortina Reynoso, su secretario y director general de Gobernación. Los del PAN, en calidad de ecologistas ejemplares, protegen El Canto del Zenzontle del estimado compañero en estas jornaleras páginas. Los del PRI, Movimiento Ciudadano, PRD y Panal se dicen mayoriteados en la votación nominal.

En ambos casos el hilo no se reventó por lo más delgado, porque el minoriteo jamás vence al mayoriteo.

En la política, como en el mundo de las mascotas de compañía, todos tienen dueño y responden a las indicaciones de su amo, el surtidor de la croqueta.

Coda: La diputada Anayeli Muñoz Moreno y el diputado Gilberto Gutiérrez Gutiérrez no cumplirán su palabra, tampoco presentarán la rescisión laboral a sus patrones del PRI. A Los Tucanes del Congreso ya les tronaron los dedos los que les abastecen de agua purificada, fruta, granitos de girasol y gusanos de buena calidad. La amenaza de los peones quedará, apenas, en una fallida extorsión, también amenaza.

El jefe del Gabinete estatal les llamó locos. Los diputados priistas quisieron chamaquearlos. Y el presidente del PRI los desprecia. Todo eso calentó a los despechados legisladores del PVEM en Aguascalientes.

Por: Mario Granados Roldan

marigra@telmexmail.com

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