Opiniones 

INSABI vs Seguro Popular / SALUDando

En los últimos días en la agenda mediática se polemizo el nuevo programa del INSABI en sustitución del Sistema de Protección en Salud más conocido como Seguro Popular. Ambos programas se vieron como una aportación de dos grupos Políticos al Sistema Nacional de Salud. Se denostó el Seguro Popular con frases como que «ni es Seguro, ni Popular» y al INSABI por ser un programa al vapor sin reglas de operación ni origen del financiamiento. ¿Quién tiene la razón, alguno es mejor que el otro? ¿Quizá el problema esté en el origen y fundamentos de nuestro Sistema Nacional de Salud ? Veamos.

El nacimiento de las Políticas Públicas de Salud que dan origen a nuestro actual Sistema de Salud datan de la Constitución de 1917. Con esta Carta Magna el Estado Mexicano se transformó en el principal promotor del desarrollo nacional, del crecimiento económico y del bienestar de la Comunidad, tanto a través de mecanismos directos, como son el uso de recursos públicos, la generación de un creciente andamiaje jurídico y la creación de dependencias y organismos paraestatales, así como de una gran cantidad de vías indirectas, establecidas a través de decisiones ejecutivas, en Leyes y reglamentos o en fallos judiciales. Los constituyentes de 1917 establecieron las bases para hacer efectivo un proyecto nacional basado en Soberanía, Libertad, Igualdad y Justicia Social. Dentro de esta filosofía la Salud adquirió un papel Protagónico. La relación entre Salud y Progreso quedó perfectamente establecida. Esta época relevante de nuestro MÉXICO quedaría reflejada con una frase, ”se inicia un periodo de Instituciones y no en Caudillos” que años después diría el Presidente Plutarco Elías Calles. Las disposiciones constitucionales de integración y funcionamiento del Gobierno y la Administración Pública fueron implementadas gradualmente. Así tenemos que en 1943 nacen las dos Grandes Instituciones que inician la Prestación de Atención y cuidado de la Salud en nuestro país basadas en la constitución de el 17, fortalecida y complementada por la Administración 1940 -1946 del Presidente Manuel Ávila Camacho, el Instituto Mexicano Del Seguro Social y La Secretaría de Salubridad y Asistencia. El primero destinado a la atención de la población perteneciente a la economía formal y la segunda a la población informal también denominada en ese momento como población abierta.

Este criterio de elegibilidad y la arquitectura financiera de origen generaron inequidades e injusticias sociales importantes. Mientras el IMSS atendía al trabajador “formal” recibía una aportación Federal más la aportación de la cuota patronal y la cuota del trabajador, la Secretaria de Salubridad y Asistencia solo recibía la cuota de la Federación. En resumen los recursos sumados al IMSS le otorgaban una diferencia de 2 a 1 con respecto a la Secretaría de Salubridad. Así la población “abierta” contaba con menos recursos para su atención y además no tenían prestaciones sociales. Este criterio de elegibilidad obedecía a un criterio laboral y no a un criterio humano. Segmentaba la población y dejaba en indefensión a una buena parte de la población. Los burócratas fueron integrados a la atención en el período de el Presidente Adolfo López Mateos en 1960 con una estructura financiera similar al IMSS. Aportación Federal, aportación del trabajador y una aportación de la Institución donde laboraba. Con este avance tan significativo para la burocracia se siguió con el rezago a la población abierta.

También en este periodo presidencial algunos estados del país empezaron a invertir en la Salud de su territorio. Pero no existía un recurso legal que los obligara. Su aportación era discrecional. Estás inercias financieras y segmentación de la población así como la falta de capacidad instalada y personal para la atención fueron encaminando a que la atención de la Salud se costituyera en la principal causa de empobrecimiento de los mexicanos en los últimos 20 años. En la Administración del Presidente Vicente Fox se genera una herramienta financiera que viene a equilibrar los rezagos y las inequidades. Se crea el sistema de Protección Social en Salud (Seguro Popular), con un paripaso a los estados con la firme intención de que existiera aportación estatal para la Salud. Por cada peso que el estado aporte, recibe 3. Recurso útil para infraestructura, insumos y contratación de personal. Con esto se tuvo un avance muy importante en el Sistema de Salud Nacional. Aunque se mantuvo la aportación de la población (cuotas de recuperación) con una condicionante, la población pagaba de acuerdo a su capacidad, aquel que su situación económica no se lo permitía y lo demostraba quedaba exento.

Su esencia era un refinanciamiento del sistema y una mayor cobertura disminuyendo las brechas de inequidad e injusticia, impactando primordialmente en evitar gasto de bolsillo y gasto catastrófico.

Las políticas públicas de Salud siguen un proceso de transformación constante así lo exigen las circunstancias del proceso Salud-Enfermedad. Así este nuevo Gobierno propone un esquema en su Administración, el Instituto de Salud para el Bienestar.

Los retos principales que tendrá que enfrentar el INSABI : Establecer un esquema transitorio de Seguro Popular al nuevo Sistema, universalidad en la atención, descentralización de los servicios, gratuidad en los servicios de todos los niveles de atención, financiamiento sustentable, mantener la aportación solidaria Federal y la cuota social de los estados, además de garantizar un esquema de crecimiento progresivo de recursos. Privilegio de modelos de atención preventivos sobre curativos. Calidad garantizada. Basificación de todo el Personal. Entre otros.

Ahora nos queda esperar en la línea del tiempo sus resultados que tendrán que ser ya,…la Salud de los mexicanos está en juego.