Opiniones Portada rotador 

Es de sabios cambiar de opinión / Vale al Paraíso

Hace una semana escribí en este espacio que en el marco del aniversario 443 de la fundación de la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes, los regidores de oposición Miguel Romo Reynoso, Netzahualcóyotl
Ventura Anaya y Hazel Montejano García, del PRI; Mauricio González López y Karla Cassio Madrazo, Independientes; y Jennifer Kristel Parra Salas, de Morena, habían votado en la cédula a favor de Fernando Herrera Ávila, emblemático militante del PAN, para recibir el reconocimiento de Ciudadano Distinguido.

Lo anterior en virtud de que al dar a conocer el resultado, Jaime Gerardo Beltrán Martínez, secretario del Ayuntamiento, informó que 16 de los 17 integrantes presentes aprobaron el dictamen de la Comisión de Cultura.

Pues bien, sólo tres de los seis mencionados me escribieron para deslindarse del comentario, como si éste cargara pulgas y chinches.

La regidora Jennifer Kristel Parra Salas alzó la voz y argumentó sin corta pisas:

Con gusto me permito comentarte que no voté por Fernando Herrera Ávila, tan es así que mandé el oficio CPIG/117/2018, de fecha 15 de octubre de 2018, al Lic. Jaime Gerardo Beltrán Martínez, Secretario del H. Ayuntamiento, para solicitarle el resultado de la votación correspondiente a la entrega de reconocimientos a ciudadanos distinguidos, con el objeto de aclarar algunas dudas respecto a la elección de Herrera Ávila; al día de hoy, el funcionario municipal no ha tenido a bien responderme, seguramente porque las cuentas no le salen, toda vez que le falló el ábaco al momento de contar las cédulas entregadas por mis compañer@s regidores y síndicos.

Me siento muy honrada de haberle negado el voto a Herrera Ávila, porque considero que las distinciones otorgadas por el H. Cabildo de Aguascalientes, deben ser para ciudadanos honorables y no para políticos que se han servido
de sus cargos, y lo único que han hecho es mentir, robar y traicionar al pueblo de México
.

Basta señalar los supuestos actos de corrupción en que incurrió Herrera Ávila cuando fue diputado local y pretendió transar a su entonces correligionario Anselmo Sotelo con 300 mil pesos; de este fétido asunto informó ampliamente la prensa local el 17 de junio de 2010.

El regidor Independiente Mauricio González López presumió su capacidad de síntesis con el siguiente telegrama:

Respecto a tu columna, te informo que yo no voté por el señor Herrera para premiarlo. No estoy ni estuve de acuerdo. Como servidor público es su obligación trabajar por Aguascalientes y por México. Han existido algunos temas de él que no estoy de acuerdo como para distinguirlo.

No sé si el tribuno municipal, agrego, se refirió a las andanzas de Herrera Ávila, en su calidad de aspirante a Presidencia Municipal de Aguascalientes por el PAN a finales del año 2009, cuando el gobierno del estado le decomisó materiales de construcción y despensas guardados indebidamente en diversos centros de acopio —domicilios particulares y tiendas de abarrotes—, para ser entregados a sus correligionarios simpatizantes.

El acto de corrupción convertido en pecado mortal, denunciado públicamente por panistas adeptos a otros aspirantes, obligó al entonces gobernador Luis Armando Reynoso Femat a solicitarle la renuncia a su cercano colaborador, quien se desempeñaba como subsecretario de Desarrollo Social.

Y el regidor Netzahualcóyotl Ventura Anaya, presidente de la Comisión de Cultura, remite kilométrica carta de 405 palabras, La desliza por los rieles jurídicos, el intercambio de oficios con el secretario del Ayuntamiento y la implementación del futbolero VAR (Video Assistant Referee), para argumentar que el notario público Gabriel Villalobos Ramírez fue el triunfador en la nominación de Ciudadano Distinguido; la densidad de la epístola obliga a reproducirla en la próxima entrega.

Pero antes de eso, informo a los lectores que los integrantes del Cabildo capitalino aplicaron la máxima: Es de sabios cambiar de opinión, y ayer no entregaron el reconocimiento a Herrera Ávila, al privar la sensatez, pero sobre todo, la decencia por encima de afanes partidarios, al otorgarle al abogado Villalobos Ramírez el título de Ciudadano Distinguido 2018.

Porque alguien debe de escribirlo: El reciente martes 9 dije que a la remodelada salida del Campestre, después de haber construido el desdichado paso a desnivel en Universidad y Colosio, los señoritingos de la obra pública colocaron una señal para obstruir el carril izquierdo.

Agregué que los vecinos de esa zona decidieron jugar lucha libre con el obstáculo de metal, al que ya derribaron en dos ocasiones, pero éste se volvía a levantar como borracho a medio morir. ¿Será la tercera caída la definitiva?

Pues bien, ante la indolencia de las autoridades, la comunidad decidió hacer justicia por propia mano, quitó el estorbo y lo mandó al camellón, donde ya descansa en paz. Quizá debería dársele cristiana sepultura. Mire usted:


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