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El descenso de Felipe Calderón

«Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio” Tácito.

Hablar de Felipe Calderón es hablar de un hombre que ha tenido el poder, pero que del mismo modo en su momento lo generó. Para hablar y referir de alguien es de suma importancia ver sus inicios y su desarrollo.

Desde muy temprana edad tuvo la confianza y el apoyo de grandes liderazgos, por citar uno, en 1987 de la mano de Don Luis H. Álvarez fue el responsable de formar Acción Juvenil, egresado de la escuela libre de derecho, y posteriormente obtuvo la maestría en economía en el ITAM. En 1988 con tan solo 26 años se postuló como candidato a la Asamblea de representantes del aquel entonces Distrito Federal, posteriormente fue Diputado Federal, se postuló para Gobernador de Michoacán y perdió la elección, meses después fue electo Presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), fue Secretario de Energía y después de una campaña interna de adversidad logró obtener la candidatura a la presidencia de la República y posteriormente ganó hasta ahora la elección presidencial más cerrada de la historia de México.

“No perdamos el Partido por ganar el Gobierno” Felipe Calderón.

Es decir hablar de Calderón es hablar de un hombre con una vasta experiencia tanto en lo político, como en la vida interna del PAN, su sexenio independientemente de lo adverso que fue, mantuvo una economía equilibrada, supo manejar con astucia la complicada situación de la influenza, el tema de la inseguridad es propio para otro momento, ¿polémico? Si totalmente, cabe mencionar que en su mandato perdió a dos grandes amigos, Juan Camilo y Blake Mora.

“El verdadero éxito para un montañista no es llegar a la cumbre, el verdadero éxito es llegar a la cumbre y bajar a tiempo”.

La irónica necesidad de tener poder y conservarlo, desatiende a una de las leyes del poder “el poder no se crea ni se destruye solo se transfiere” tal parece que Calderón no lo quiere perder, en los últimos meses se ha visto una campaña sumamente agresiva y provocadora en donde es claramente el principal impulsor de Margarita Zavala, sus aspiraciones son válidas, lo que no es válido, es que amenace con irse del PAN, lo que no compete a un hombre de principios y es retar por medio de descalificaciones al presidente del PAN, mucho menos utilizar la presión y el chantaje por obtener lo que quiere, personajes con un reconocimiento moral e institucional como Diego Fernandez de Cevallos y Rodriguez Prats han coincidido en que la postura de Felipe es recalcitrante y radical.

Desde una perspectiva muy particular considero que tiene un escenario muy complicado, es decir si hay una elección interna sería muy difícil que la ganara, puesto que su estrategia nunca ha sido ganar el voto interno, se ha enfocado en el posicionamiento externo, el cual creo que le ha funcionado, si fuese una decisión del CEN, es bien sabido que dos terceras partes están del lado de Ricardo Anaya, su única opción son las encuestas, sin embargo con la polarización que está haciendo a lo interno, es muy probable que no cuente con una apoyo estructural, lo cual disminuiría la posibilidad de Margarita Zavala.

Si él decide irse del PAN, entonces se llevaría un porcentaje significativo pero que muy difícilmente le alcanzaría dentro de una candidatura independiente, si ese fuese el escenario, sería recordado como el desertor y no lograría su gran anhelo, la presidencia del República para su esposa, si fuese el escenario de una competencia dentro del PAN, cualquiera que fuese y perdiera entonces sería el gran perdedor.

“En el PAN no se manda, se convence”

Lo más resaltable de manera negativa es que está polarizando a tal modo que si no es lo que él dice, entonces el generaría una fractura la cual se vería reflejada en la contienda 2018, cuando el PAN se divide casi siempre pierde la elección.

Aun los más grandes de la historia han perdido de manera trágica cuando no han sabido retirarse del poder a tiempo, Julio Cesar, Hitler, Porfirio Diaz, Napoleón, su descenso no fue de gloria, fue de un sabor amargo y de tragedia, simplemente quedó en el olvido, la historia le aplaude a los héroes que inspiraron convicción no a los que quisieron imponerla.