Opiniones Portada rotador 

Corto circuito en TV UAA / Vale al Paraíso

La señal de la televisora de la Universidad Autónoma de Aguascalientes se interrumpió. Salió del aire 24 horas. Se fue a negros la mañana del lunes 7 de este mes. Los trabajadores del área técnica se dieron a la tarea de localizar el grave problema, jamás ocurrido desde el 13 de septiembre de 2010, fecha en que inició sus transmisiones, para “ser un vínculo entre la Universidad y la sociedad”.

Tarde pero sin sueño, los especialistas informaron que el nombramiento de Lourdes Dávila Castañeda, como primera directora de noticias, originó el corto circuito en TV UAA. La reportera convertida en política era la peor opción para darle credibilidad al informativo que iniciaría actividades aquel lunes 7, porque forma parte del Consejo Político Estatal y de la Comisión Estatal de Procesos Internos del PRI Aguascalientes.

Sabedores de su pasado, también de su antepasado, el dedazo generó inconformidad en un amplio sector de la comunidad universitaria, que cuestionó en la cantina social (redes) el daño causado a la autonomía de la máxima casa de estudios aguascalentense, al partidizar UAA Noticias.

Es probable que el rector Francisco Javier Avelar González haya sido sorprendido al momento de recibir la cuestionada propuesta. Quizás ignoraba algunos antecedentes, hoy recordados en este espacio:

Dávila Castañeda salió del horno de microondas del entonces gobernador Carlos Lozano de la Torre. Es una priista de nuevo cuño. Nació en el hospital político del PAN, a quien años más tarde le puso los cuernos.

La nombraron jefa de prensa de la Sedesol estatal con el panista Arturo González Estrada, durante una parte del sexenio de Luis Armando Reynoso Femat.

Fungió como la estratega de la comunicación política del candidato del PAN a la Presidencia Municipal de Aguascalientes, Arturo González Estrada, quien perdió ante Gabriel Arellano Espinosa.

Aquella noche del primer domingo de agosto de 2007, la señora Dávila Castañeda estaba destrozada por la debacle del PAN. Lloraba desconsolada.

Sus lágrimas caían gota a gota. Cubrían el juvenil rostro.

Con la derrota a cuestas se acercó a David Ángeles, líder de los diputados panistas en la LIX Legislatura, para que la nombrara coordinadora de Comunicación del Congreso del Estado de Aguascalientes, pero Carolina Rincón Silva, jefa de prensa de LARF, se opuso terminantemente a la propuesta del legislador panista.

El comportamiento de Dávila Castañeda confirma mi parroquial tesis: sin nómina no hay militancia en el terrenal mundo de la conveniencia. Con un PAN en la pobreza laboral decide abandonarlo para brincar al entonces crucero tricolor en 2010.

Serle infiel al PAN le resultó un buen negocio. Con el PRI en el gobierno de Lozano de la Torre fungió como jefa de prensa del Congreso del Estado.

Locutora de la televisión pública. Consejera Política Estatal del PRI. Vocera priista en la campaña municipal perdedora de Francisco Chávez Rangel.

Candidata derrotada a una diputación local en el distrito X. Legisladora por la vía plurinominal. Secretaria general del PRI Aguascalientes. Y los fines de semana vendía antojitos mexicanos frente al DIF estatal.

Como legisladora local demostró, una vez más, que compromiso y crédito a la palabra valen lo mismo que una moneda de dos pesos. El 2 de enero de 2015 Dávila Castañeda se comprometió en la tribuna camaral a estar “atentos a los
reclamos sociales” y a “contribuir al bienestar y al desarrollo del estado y del país”. Tres meses después, en abril, la priista ignoró los reclamos personales de los habitantes del Distrito X, a los que había prometido en campaña la gestión para obtener el abasto suficiente de agua potable.

En su calidad de integrante de la Comisión de Equidad y Género del Congreso del Estado de Aguascalientes se distinguió por su escasa productividad: acudió a 11 reuniones de trabajo en 21 meses de actividad legislativa, entre septiembre de 2013 y diciembre 2014, según la información del Poder Legislativo.

Pero eso sí, a expensas del contribuyente, contrató al jovencito David Arón (se omiten los apellidos por razones obvias), para que le cargara la elegante bolsa de mano en los eventos públicos; penoso espectáculo daba el muchachito, humillado públicamente por una decisión laboral indigna, dispuesta fomentar la violencia femenina.

Porque alguien debe de escribirlo: Los diputados son extremadamente generosos con el dinero del contribuyente aguascalentense, en tiempos de secas en la Secretaría de Finanzas de Aguascalientes.

Estiman en 80 mil pesos el sueldo neto mensual de los magistrados del Tribunal Local Electoral, a los que seguramente los partidos políticos batearán sus cuestionadas resoluciones a la instancia federal de la materia.

Mientras el recurso escurre sin parar en este gritón de la patria, el alcalde de Chetumal, QR., percibe un salario mensual neto de 12,785 pesos; el de Guadalajara, Jal., 28,866; el de San Luis Potosí, SLP, 34,182; y el de Xalapa, Ver, 38,063; y los de Puebla, Pue., y Guanajuato, Gto., 82 mil, de acuerdo a las páginas de transparencia gubernamental.

Compare el contribuyente su salario contra el de los jeques electorales. Notará la gran diferencia salarial y productiva.

marigra1954@gmail.com