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Católicos están divorciados entre la fe y los hechos

Aguascalientes, Junio 23 (2014).- La segunda sesión del III sínodo diocesano que lleva a cabo la Iglesia Católica arrojó entre otras cosas preocupación por considerar que no hay congruencia entre lo que se dice y lo que se hace, así lo manifiesta un documento divulgado este día por el vocero oficial del sínodo, Juan Carlos Tostado Montes, quien señaló que los temas abordados correspondientes a la segunda sesión fueron Pastoral Social y caritas así como prioridades pastorales.

El sacerdote, refiere que una de las tareas fundamentales de la Iglesia es la pastoral social, que mira a la promoción integral de la personas en la caridad como forma de vida cristiana, “nuestra realidad, contrastante y sorprendente, ha de ser autocrítica para podernos conocer mejor y transformarnos mejor”.

La mayoría de los católicos abunda, centramos nuestras vivencias de la fe en la asistencia y participación en ceremonias litúrgicas y practicas devocionales. Las celebraciones y vida litúrgica en las diócesis se centran muchas veces en la dimensión individual e intimista, con muy poco énfasis en el sentido comunitario y en el alcance social de los compromisos bautismales, agrega el religioso.

“Entre los católicos de Aguascalientes se nota un preocupante divorcio entre la fe que se dice profesar y la manera de conducirse en el campo de los negocios, en las relaciones humanas, el mundo del trabajo, la participación política y la generación de la cultura entre otras muchas cosas”, refiere.

La corrupción en sus distintos niveles y alcances, abunda, parece ser vista como algo natural y muy arraigado en nuestra cultura, por lo que se sienten afectados en su condición de cristianos al participar de diferentes maneras en actos de corrupción. Son pocos los laicos que identifican como un compromiso central del cristiano, la búsqueda permanente de la justicia social, promoción y defensa de los derechos humanos como valores evangélicos, enfatiza.

Añade que hay entre fieles seglares de la diócesis, una gran disposición al otorgamiento generoso de donativos tanto de dinero como en especie, para socorrer a los más necesitados; existe una gran sensibilidad para colaborar en campañas de solidaridad y donaciones de caridad, aunque paradójicamente, no se suele considerar la justicia como condición básica de la caridad.

La Iglesia apunta, necesita hace5rse presente en la vida secular a través de la actuación comprometida y el testimonio autentico de los seglares cristianos. Se necesita promover una solida espiritualidad del seglar que aliente y le dé sentido a la vida cotidiana del cristianismo en el ámbito familiar, escolar, laboral, de negocios, política y cultura.

“Es urgente que todos los presbíteros se mantengan actualizados en la doctrina social de la Iglesia, además se deben buscar los medios necesarios para atraer, formar y acompañar a los jóvenes, lideres y profesionistas generosos que buscan un compromiso mayor en la transformación de las estructuras sociales”, remata.

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