Educacion y Salud 

Antirretrovirales: eficacia comprobada

Abril (2014).- Si una persona con VIH registra una carga viral indetectable, el riesgo de transmisión del virus a una persona no infectada se reduce en 99.5 por ciento en caso de que la relación sexual sea vaginal, y en 99 por ciento si la relación es anal, afirmó Alison Rodger, investigadora de la Universidad de Warwick, Reino Unido y co-titular del estudio PARTNER, una iniciativa científica europea que ha monitoreado por dos años a más de mil 100 parejas serodiscordantes, es decir, donde un integrante es VIH positivo y el otro, VIH negativo, sin importar el sexo de los integrantes.

Una condición particular para que la pareja sea sujeto de estudio es que haya tenido, en el último mes antes del reclutamiento, al menos una relación sexual sin protección.

El análisis estadístico, presentado en la XXI Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas por varios científicos participantes en el estudio, estipuló que la probabilidad de transmisión de VIH de una persona con un control médico adecuado con antirretrovirales es de uno por ciento en un año, en caso de que practique sexo anal, y de cuatro por ciento en el mismo período de tiempo, si hay una eyaculación de por medio y quien la recibe es la persona VIH negativa.

De esta manera, los científicos calcularon que tomando en cuenta que este tipo de parejas pudiera mantener cierto tipo de patrones sexuales y aunque no utilice condón en todos sus encuentros sexuales, la probabilidad de transmisión del virus en 10 años es menor o igual a cinco por ciento.

El tratamiento adecuado previene casi al 100 por ciento

Si bien la investigación arrojará conclusiones generales en 2017, el estudio, cuyo objetivo es analizar los riesgos de transmisión del VIH cuando alguien está bajo un tratamiento efectivo contra el virus, ha mostrado que no se registró ningún caso de transmisión del VIH cuando la carga viral estuvo por debajo de las 200 copias por mililitro de sangre.

Algunos de los datos obtenidos hasta el momento indicaron que en 96 por ciento de las relaciones sexuales sin protección monitoreadas, heterosexuales u homosexuales, hubo eyaculación. Todos los miembros sin VIH de las parejas heterosexuales declararon haber mantenido relaciones sexuales vaginales sin condón, el 72 por ciento con eyaculación, mientras que 70 por ciento de los hombres sin VIH de las parejas homosexuales dijeron haber tenido relaciones sexuales anales receptivas sin preservativo (el 40 por ciento con eyaculación). Una proporción significativa de las parejas heterosexuales también declaró haber practicado sexo anal.

El equipo de investigadores determinó que las parejas gays, sumadas, mantuvieron relaciones sexuales en 16 mil 400 ocasiones, mientras que las heterosexuales lo hicieron 14 mil veces.

De esta manera, el estudio en el que participaron parejas de Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Portugal, España, Suecia, Suiza, Países Bajos y Reino Unido, espera mostrar que la probabilidad de la verdadera eficacia del tratamiento como prevención se encuentra muy próxima al 100 por ciento aunque, tal y como señaló Jens Lundgren, investigador del Programa de VIH de Copenhague, Dinamarca, e investigador principal del estudio, probablemente nunca será posible demostrar con certeza matemática que el riesgo de transmisión sea absolutamente nulo cuando la persona con VIH toma una terapia antirretroviral eficaz, pero sí que la reducción del riesgo de infección es de más de 99 por ciento.

El estudio continuará, e incluso acepta a más parejas con la finalidad de comprender las dinámicas de comportamiento y los patrones sexuales de este tipo de relaciones estables.

Nuevos fármacos

La disponibilidad de un fármaco que actúe durante la fase de acoplamiento inicial del VIH a una célula huésped vulnerable es una realidad, afirmó Jay Lalezari, investigador de la Clínica de Investigación Quest de San Francisco, California, quien comentó que este tipo de antirretrovirales serían muy benéficos para aquellas personas que han presentado resistencia múltiples a los fármacos disponibles actualmente.

El ensayo de la partícula BMS 663068, realizado en varios países, mostró que aquellas personas que tomaron el medicamento registraron resultados favorables a las 24 semanas de haber iniciado el tratamiento. El reporte presentado durante el encuentro académico mostró que en los cinco grupos en que se dividió la investigación, los resultados fueron similares.

En la investigación participaron 253 personas con experiencia previa en tratamientos (uno o dos fracasos) y con un recuento promedio de 230 células de CD4 por mililitro de sangre, quienes fueron divididos en cinco grupos de manera aleatoria. En cuatro de estos grupos, los integrantes tomaron diferentes dosis del fármaco y un quinto grupo sólo tomó medicamentos para control (atazanavir y ritonavir).

Además, a las personas de todos los grupos se les dio raltegravir y tenofovir para completar la terapia combinada. A la semana 24, todos los grupos presentaron resultados similares: entre 69 y 80 por ciento de quienes tomaron el fármaco presentaron una carga viral inferior a 50 copias por mililitro de sangre con un estado de salud óptimo.

A este tipo de fármacos se les ha denominado inhibidores de la entrada y de la fusión por que a través de la adhesión de la sustancia activa del fármaco a la proteína gp41 del VIH, ubicada en su superficie, se evita que el virus entre a las células inmunológicas y las infecte, de esta forma no se replica y además se reduce su concentración en el cuerpo.

Otro estudio, presentado por Javier Morales-Ramírez de la Clínica de Investigación de Puerto Rico, mostró que la doravirina, un nuevo fármaco de la rama de los inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos de nucleósido (medicamentos que se unen a la transcriptasa inversa, una enzima producida por el VIH, para evitar su replicación), junto con tenofovir y emtricitabina, permitió a 76 por ciento de los 200 participantes tener una carga viral indetectable a las 24 semanas de iniciar el tratamiento.

Los resultados de las investigaciones presentadas en este encuentro científico, organizado por la Sociedad Internacional de Antirretrovirales, muestran que el uso de las terapias antirretrovirales es una herramienta muy efectiva en la reducción de nuevas infecciones de VIH y la mejora del estado de salud de quienes viven con el virus.