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América el otro finalista

Diciembre 07 (2014).- Sin necesidad de emplearse a fondo, incluso con más oportunidades que el equipo que realmente estaba necesitado y sin distraerse de los problemas internos que han acontecido en los últimos días, el América de Antonio Mohamed cumplió con el duelo de Vuelta al empatar sin goles ante Monterrey y de esa forma se metió a la Final del Apertura 2014.

Con dos técnicos distintivos y con un saldo de una perdida y una ganada, América jugará su tercera Final en dos años y ante Tigres tendrá la opción de convertirse en el máximo ganador del futbol mexicano, al tiempo que el «Turco» busca su segundo título en territorio azteca.

Y es que más allá del cuestionable funcionamiento y forma, mismos que la afición parece no tomar en cuenta, América cumplió con las expectativas de líder general durante todo el segundo semestre del 2014.

Fue antes de llegar a los 10 minutos de partido cuando Monterrey se encontró con una clara llegada de gol que Cándido Ramírez resolvió con un disparo cruzado desde el costado izquierdo del área azulcrema que superó a Moisés Muñoz, pero encontró la pierna salvadora de Osmar Mares en la línea de gol para evitar el tanto que pudo haberle puesto algo de emoción al juego de Vuelta.

Sabedor de su ventaja, América puso más voluntad para tener la pelota que en agredir al visitante, aunque la necesidad de Rayados le permitía aparecer en el área de Orozco con cierta dosis de nerviosismo.

Sin embargo, el tiempo transcurría y Rayados se diluía, no parecía necesitar cuatro goles y las Águilas tomaron el mando del partido.

Rey con un disparo de fuera del área provocó un buen rechace de Orozco para evitar que la búsqueda del milagro fuera aún más complicada y después fue el asistente el que alzó su bandera para anular un gol de cabeza del propio Luis Gabriel. El gol sigue negándose para el colombiano.

Lo cierto es que América terminó siendo muy superior, aunque con dos amarillas a Oribe y Muñoz que no tenían sentido, y con un Monterrey muy lejos siquiera de acercarse a recortar la desventaja. Todo estaba definido a falta de 45 minutos.

En el complemento nada cambió. Carlos Barra intento revolucionar a su equipo con el ingreso de Arellano, Madrigal y Silva, pero no pasó absolutamente nada. Incluso por momentos daba la impresión de que uno ya estaba pensando en las vacaciones y el otro en el partido por el título.

Las rechiflas del público llegaron cuando el balón solo transitaba el medio campo con un Monterrey muy lejos de poner presión para vislumbrar un primer gol y un América que sabia que todo había quedado resuelto en el partido de Ida y que no había que emplearse más allá para conseguir el cupo en la Final.

[MEDIOTIEMPO]