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El hombre ante la equidad de género

 En los últimos años, el tema ha sido “la Equidad de Género”, en el cuál siempre nos ha referido sobre la importancia en otorgarles las mismas oportunidades tanto a las mujeres como a los hombres, esto dentro del ámbito social y laboral.

Entonces ¿quiénes deben ser las personas beneficiadas en el tema? Es cómo podemos manifestar, que fue por necesidad que las mujeres fueran tomando un rol importante en la vida dentro de los ámbitos sociales, económicos, históricos, políticos, culturales y hasta religiosos, y así poder lograr un desarrollo integral y complementario, asimismo podrá ser mayor la facilidad para vivir de una manera conjunta  al hombre y poder ambos tener un apoyo mutuo, logrando así una estabilidad social y familiar.

El tener esta equidad de género ha sido una lucha constante, la cual inició con la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (en francés Déclaration des Droits de la Femme et de la Citoyenne) esto en el año de 1791 y que es por tanto que se ha ido consolidando a través de los años.

Sin embargo, no ha sido tan fácil llevar la teoría a la práctica, continuamos viviendo en una sociedad llena de estereotipos, los cuales deben cumplirse cabalmente. Cierto es que,  en el ámbito profesional, ya existen cuotas de género, esto es, que debe existir una equivalencia entre mujeres y hombres dentro de las instituciones públicas y privadas; empero, la verdadera equidad de género va más allá de cumplir con una cuota.

En la actualidad existen lugares donde pueden acudir las mujeres para que se les tutelen sus derechos, entre ellas a nivel Nacional nos encontramos con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y en el caso de Aguascalientes uno de los Institutos más reconocidos es el Centro de Justicia para Mujeres, entre otras instituciones. Siendo así, su objetivo principal es proteger a la mujer ante situaciones de riesgo a su integridad física, emocional y profesional. Y la pregunta fundamental es ¿solo las mujeres necesitan protección?

Todos los seres humanos son vulnerables ante supuestos de peligro. El hombre como la mujer pueden ser violados en sus derechos, sin embargo no son tutelados por el Estado de la misma manera, con el mismo ímpetu que lo hacen con una mujer, entonces es aquí donde podemos percatarnos que aquella equidad, no cumple con la función literal de su definición.

Siendo así, este tema me lleva a recodar el momento en que unos alumnos de licenciatura me comentaban su experiencia dentro de su servicio social y ellos llegaron a burlarse del caso en el que: “un hombre llego a denunciar ante el Ministerio Público el maltrato que sufría en casa por su esposa” mis alumnos aseguraban que era inútil investigar ese tipo de hechos, ya que carecen de importancia. Mi pregunta fue ¿Qué diferencia existe entre un hombre maltratado por una mujer a una mujer por un hombre? Si aplicamos el termino de justicia, ante la ley todas las personas somos iguales, por lo cual, no debe existir ningún tipo de diferencia.

Ahora bien, ¿un hombre puede ser violentado por una mujer? La respuesta es afirmativa, puesto que las mujeres pueden llegar a lastimar a los hombres, tal vez no sea de forma física, pues “la naturaleza” de la mujer es menor en fuerza que la de un hombre, pero sí lo hace de una manera verbal, psicológica y constante, la mujer puede jugar con el lado vulnerable de un hombre, lo que tendría como consecuencia jurídica el tema de lesiones y violencia familiar.

Es así, entonces que los hombres al igual que las mujeres son violentados en su esfera jurídica, con la diferencia que sí estos lo llegan a externar terminan siendo ridiculizados, por el resto de las personas y entre su mismo género, llegando así hasta poner en duda su masculinidad, y ego de hombre. Y que decir, cuando es una mujer la que se encarga de “poner en su lugar al hombre”, humillándolo e insultándolo tal vez por el simple gusto de hacerle sentir menos. El tema es delicado, ya que estos actos de burla propician para que ellos se queden callados, siendo uno de los efectos a dichas reacciones que éste llegue a cansarse y termine defendiéndose; y será el momento en el cual todos dirán que el hombre continúa siendo un machista y un aprovechado.

No obstante, cuantas veces al mes escuchamos la lamentable noticia del suicidio, en su mayoría son hombres que no encontraron una salida, una ayuda para poder resolver su problema. El hombre también se deprime, llora, grita en silencio y además debe cargar con toda la responsabilidad que le otorga la sociedad de su familia, alimentos, casa, vestido, diversión, y cuando este no logra cumplir con las expectativas tan altas, puede llegar el momento fatal en que termine con su vida, todo por cumplir con estereotipos.

Cuantos de nosotros vamos por la calle y en nuestro camino encontramos hombres vagabundos, sucios, malolientes, cuantos de nosotros se preocupa por llevarlo a una institución para que reciba atención, se pueda asear y por qué no, recibir algún tipo de asesorías o terapias, ya que estos suelen involucrase con sustancias toxicas y que puede ser que solo hagan para tener juicios propios y morales, en donde son ellos mismos, que se reprochan una y otra vez la situación en la que se encuentran, siendo esta una forma de castigarse por un acto cometido en el pasado, este tipo de seres en ocasiones solo desean ser escuchados, y muy pocos logran serlo, ya que en su mayoría son ignorados; LOMBROSO, indicaba en sus teorías que este tipo de sujetos a los cuales llamaba para-sociales, se les debe poner mayor atención e importancia, pues así se estaría previniendo una conducta antisocial y/o delictiva.

No estoy en contra de la equidad de género, pero sí estoy en desacuerdo como es que el tema se ha puesto como “moda” perdiendo así la esencia de una crecimiento en beneficio de la sociedad, y nos encontramos a figuras llamadas FEMINAZIS, en las cuales son las primeras en violentar los derechos de los hombres y tratarlos como los peores seres que pueden cohabitar en esta sociedad, de esta manera este grupo se ha dedicado en exhibirlos en sus tareas diarias para hacer creer que el machismo continua en su máximo esplendor, y que son los hombres quienes obstaculizan el crecimiento de las mujeres dentro de una sociedad.

Cuando hablamos del desarrollo personal de un hombre, ellos también desean tener una familia, hijos, una compañera, y aun así aparenten ser un macho alfa, les gusta el tema del romanticismo, aún les gusta escribir versos, canciones, inspirados en ese amor que los flecho. A los hombres les llega el momento en que desean encontrar esa persona indicada para pasar el resto de su vida con ella, y llega la figura del divorcio incausado o exprés, en el cual por el simple hecho de se equivocaron y no era lo que ella esperaba, se puede terminar con el vínculo matrimonial, sin importar el sentimiento del otro, que “al final es hombre y será muy fácil conseguir otra mujer”.

A ellos también les puede doler la cabeza o tener un mal día, con todas las presiones que la misma vida nos presenta a diario, y no por ello es un impotente sexual, o bien no quiere decir que tiene otra mujer y que por tal motivo ya no desea tener intimidad con su esposa, siendo este el tema más débil que le puedan mencionar a un hombre, ya que su masculinidad estaría entre dicho, es así como en ocasiones prefieren aceptar una infidelidad, antes que cualquier otra cosa.

Los hombres también tienen el derecho de decidir sobre la vida del hijo que está en el vientre de su madre, pues desean ver crecer a ese niño para llevarlo al futbol o al concierto de su banda preferida, tal vez sea una niña para la cual su papá siempre será su príncipe azul. Y es donde nos encontramos que en algunas entidades federativas, legalizaron el aborto en donde solo cuenta la decisión de la mujer, que por el simple hecho de ser su cuerpo y que tal vez no es el momento para concebir un hijo, puede acudir a una clínica e interrumpir el embarazo.

Son diversos los temas en los cuales encuentro una inequidad de género, cuántos hombres por su ejercicio profesional, se ven obligados a no atender adecuadamente a su familia, entre estos los marinos, soldados y policías que todos los días salen de su casa para cuidar a la sociedad, cuantas ocasiones andan en la calle sin poder comer, bajo los rayos del sol, e intensa lluvia, arriesgando su vida por todos y “olvidando a los suyos”, un sector de hombres que son vulnerables a la crítica, al rechazo, incluyendo así a su propia familia.

Es cierto… ¡A los hombres también les pasa!, los hombres al igual que las mujeres, padecen de maltrato, lloran y ríen como cualquier persona, salen a divertirse y lo pueden hacer de una manera totalmente sana, en el cual solo desean jugar Xbox con sus amigos y pasar un buen rato. Los hombres también se decepcionan de las mujeres, por actitudes que estas pueden llegar presentar en una relación.

¡A los hombres también les pasa! Ese día en que se dan cuenta que la edad les llego y no hay vuelta atrás, que es cierto ya no tendrán la misma fuerza que tenían de jóvenes; que sufren de enfermedades y necesitan del apoyo de alguien más.

La equidad de género no da poder más a uno que a otro, somos iguales y ya contamos con las mismas oportunidades, sólo es cuestión de prepararse y salir a buscarlas y no esperar cómodamente a que alguien te de esa oportunidad, por el simple hecho de ser mujer u hombre.

Por: Luz Trinidad Rosales Hernández

Doctorante en DerechoN