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Periodismo y sacerdocio, los oficios con mayor riesgo en México

Aguascalientes, Mayo 22 (2017).- El periodismo y el sacerdocio se han convertido en dos profesiones que corren más peligros en México, pues en las últimas semanas quienes las ejercen han sido constantemente agredidos y en algunos casos asesinados o acoso de criminales, expresó el obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín.

Al dar lectura a un comunicado, refirió que en lo que va de este sexenio federal se tiene el registro de 33 periodistas caídos y 17 sacerdotes los que han dejado de existir bajo circunstancias violentas, lo que ha generado indignación de la población.

En conferencia de prensa que lamentó estos hechos que han enlutado a la sociedad mexicana hizo referencia particular a los ataques que llevaron a la muerte del periodista en Culiacán, Javier Valdés Cárdenas y de otro en Autlán de Jalisco, Jonathan Rodríguez Córdiva, además del atentado contra el presbítero de la Catedral Metropolitana de la Arquidiócesis de México, José Miguel Machorro Alcalá, todo esto ocurrido la semana pasada.

Esto deja ver que se trata de dos profesiones que enfrentan el peligro, mientras burócratas están sentados en el escritorio “haciendo mesas y más mesas de diálogos estériles, medidas inútiles y altamente costosas para el país, mientras la realidad los tiene rebasados y no saben cómo salir del abismo.

Es triste saber que los periodistas cayeron por demostrar la verdad y develar a la opinión pública las alarmantes relaciones entre el crimen y las autoridades que han sido corrompidas por el poder del enemigo que está destruyendo a la sociedad, “periodistas que dan nombre e identidad a los desaparecidos y a las víctimas en el entramado de muerte en el que estamos cayendo vertiginosamente y en el que se registran hasta 70 asesinatos diarios que engrosan la cifra de homicidios dolosos”.

Mientras tanto, los sacerdotes, cuya vocación es el servicio espiritual de sus fieles, ahora son el blanco del crimen por ser incómodos en la tarea profética de anunciar y denunciar, por guiar a sus comunidades por sendas de una vida más digna frente a los corruptores del tejido social. “Hechos como estos, refirió en su lectura, es por lo que México está identificado como el segundo país más violento del mundo”.