Adelgazará el palmípedo, ni modo

En noviembre cumplirá 57 años. Arribó al planeta Tierra envuelto en pañales de celofán, junto con los llamados Ganebos, los otros dos hermanos, en múltiple parto de los varoncitos: Gansito,Negrito y Bombonete.

Es un tipazo. Me honra su amistad. Somos muy cuates desde el siglo pasado. Aunque él prefiere el frío. Yo disfruto el calor. Es la única diferencia entre ambos.

Lo conocí en las visitas infantiles a la tienda de la esquina.

Destaca su menudito cuerpo pastelero. Pesa 50 gramos. Atraen sus 197 calorías. Por sus venas corre la crema, el chocolate, la mermelada de fresa, las vitaminas B12 y B1, proteínas, carbohidratos y grasas. Las arrugas de la baja calidad empiezan a notarse en su rostro. El tiempo no pasa en balde.

Es famoso, aunque sostiene la esplendorosa humildad en sus coloreadas  patas. Según un estudio de imagen, el Gansito Marinela fue recordado por el 92 por ciento de los niños encuestados, mientras que sólo el 19 por ciento evocaba correctamente las principales fechas de la historia de México.

El primer pedido de 500 unidades se llevó ocho horas de trabajo, porque al principio gran parte del proceso de elaboración se realizaba de manera artesanal. Más tarde se mecanizó.

Pero bueno, no todo en la vida es golosina y dulzura, sentencia la Reforma Hacendaria, cazadora de mascotas, gansitos y ositos, al proponer reformas al Código Fiscal para incluir el impuesto de 5 por ciento a los alimentos “chatarra” que contengan 275 o más calorías por cada 100 gramos.

Obviamente Grupo Bimbo se inconformó pero al mismo tiempo da un paso adelante para no lesionar la economía de sus clientes y las ventas de la compañía, al considerar alternativas para adelgazar al Gansito, anunció en conferencia de prensa Daniel Servitje, director general del corporativo, quien agregó que son “muy cuidadosos al hacer los cambios para que sean aceptables para el consumidor y lo perciban como una mejora y no afecte la presencia de nuestras marcas”.

Según un reporte del Banco Bx+, Bimbo, propietaria de Marinela, Ricolino, Barcel y Tía Rosa, sería la empresa más golpeada por el gravamen, porque el 33 por ciento de sus ventas en el país -que equivalen a su vez al 41 por ciento de sus ingresos totales-, pertenece a marcas con productos de alto contenido calórico, como el Gansito que contiene 394 calorías por cada 100 gramos, por ejemplo; en consecuencia, este producto deberá reducir, al menos, el 42 por ciento de sus calorías.

Atrás, muy atrás, quedaron los momentos de gloria del ahora satanizado animalito. En noviembre de 2006 el Servicio Postal Mexicano emitió una estampilla con la imagen del palmípedo Marinela, como parte de las conmemoraciones por el 50 aniversario de su natalicio. La decisión fue criticada por historiadores e intelectuales, y dividió a filatelistas.  Sin embargo, en un folleto explicativo que la oficina gubernamental entregó a los compradores de las piezas, justificó la decisión al considerarlo “un icono en la vida nacional”, porque el famoso Gansito y su lema “envuelven el alma de niño de la mayoría de los mexicanos”.

Premonitorio fue aquel promocional publicitario, donde el Gansito -la tierna y simpática mascota real-, pedía al televidente el memorable: ¡Recuéeerdame!

Y sí, el gobierno federal -de extraordinaria memoria recaudatoria- le recordó en su Reforma Hacendaria, para pretender adelgazar a lo mexicanos obesos, dice.

Porque alguien tiene que escribirlo: Se presume que en Aguascalientes, dos terceras partes de los hogares poseen al menos un animal de compañía, que seguramente tendrán una perra vida por culpa de la Reforma Hacendaria, mientras que la vida alegre les espera a cada uno de los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con los 6 millones 434 mil pesos de salario bruto anual, de acuerdo al tomo VIII del Presupuesto de Egresos de la Federación 2014.

La diferencia salarial entre un albañil de la construcción y arquitecto de la justicia es abismal, aunque tan riesgoso es el trabajo de uno como del otro, porque están en juego el físico y la libertad de terceras personas, respectivamente.

Por: Mario Granados

marigra@terra.com.mx