Opiniones Portada rotador 

100 años de nuestra Constitución: @ahumadaroberto

“Más que poner letras a las letras, es poner honor a la existencia”

Han pasado 100 años, la sangre se ha derramado, los grandes discursos han dilucidado las posibilidades legislativas y un documento de suma importancia ha sido complementado una y otra vez, la estadística no miente, desde Álvaro Obregón hasta Peña Nieto, en estos 17 periodos presidenciales se han generado 699 reformas, han votado 14 legislaturas, la interrogante más peculiar que pudiese existir es si la consolidación de este documento y de sus reformas han cumplido su objetivo?

El contexto histórico de las constituciones tiene un gran precedente en Francia, justo cuando se había gestado la era del terror donde Fouche perseguía a los Jacobinos y donde hombres de honor del lado de Robespiere sentaron las base para una de las mayores conspiraciones, fue ahí donde precisamente de la mano de idealistas, radicales y de luchadores sociales e iluminados se construía la base para ese documento constitucional que daba un eje a una nación que vivía una revolución, algo muy similar al proceso en México hace 100 años.

Ferdinand Lassalle describe a una constitución como la suma de los factores reales de poder que rigen a un país. En teoría tiene una percepción magnifica, en la praxis dista mucho del sentido idealista.

Pero es de suma importancia saber quién hace y elabora una constitución, quien la hace es un humano para otro humano, para regir y establecer normas y reglas que supuestamente dan orden y justicia social en la conducta de todos. Sin embargo el hombre tiene un grado de incertidumbre tal y como lo expuso Heinsenberg, por lo tanto quien nos dice que las leyes garantizan ese bienestar, hay un punto de reflexión muy grande en la mente de Diógenes quien estaba en contra del sistema parlamentario, él decía que como era posible que personas que con la aprobación de la sociedad que no entendían el sistema político y que no tenían capacidad de análisis fueran a ser los encargados de escoger a quien podría hacer las leyes y reglas que norman a un país. Lo consideraba totalmente irónico. Entonces si los muchos se equivocaban en escoger a los pocos que conducirían al sistema parlamentario, como se garantizaría el bien colectivo.

El proceso histórico es aplaudible totalmente, han pasado 100 años y México si ha cambiado, doy testimonio de que si existen legisladores que han nutrido notablemente este documento, sin embargo falta mucho, de manera personal considero que la esencia dogmática del documento es buena, pero lo que es más que necesario, es la entrega social para no necesitar reglas que estén por encima de los códigos de honor, lejos de los conceptos de moral y de ética, hay algo interno de manera individual que recae y se asienta en la conciencia.

“Cuánto más corrupto es el estado, más leyes tiene” TÁCITO.

El hombre de virtud es aquel que cava pozos sin fondo a la ignorancia y a los vicios, es el que sin importar una regla, es guiado por la conciencia y por los ejes existenciales del bien común, es un momento histórico para ver el pasado y construir el presente, es momento de aprender de lo mejor y de aprovechar lo sublime de las personas que han dado honor a este país. VIVA MEXICO!!!.